Las cartas son para el verano
Recuerdo cómo hace muchos veranos escribía cartas. Lo hacía porque no había whatsapp y porque todavía no nos relacionábamos a golpe de instante. Podíamos llamarnos o escribirnos si no estábamos al lado. Esto último permitía reflexionar, rumiar lo que uno iba a expresar, y en ese camino, encontrábamos cosas que