¿Contemplación y matemáticas?

Un atardecer en un parque tranquilo, observando cómo las sombras se alargan y se mezclan con la luz del crepúsculo, me encuentro sumergida en contemplación. La paz del momento me lleva a reflexionar: ¿Es acaso la contemplación el camino para cambiar la mirada sobre la realidad? Mientras las hojas de los árboles se mecían suavemente al ritmo del viento, me di cuenta de cómo, en matemáticas, una simple suma puede cambiar el todo, igual que cada hoja contribuye a la belleza del árbol. 

En nuestra vida, cada momento de contemplación suma, cada reflexión, por pequeña que sea, se acumula en nuestro ser, al igual que en la secuencia de Fibonacci, donde cada número es la suma de los dos anteriores, creando una espiral de crecimiento y expansión. ¿No es acaso así como crecemos con más consciencia, sumando experiencias, reflexiones, momentos de silencio y contemplación?

La mirada renovada de la realidad abre  un  espacio interior a la escucha de la verdad y del bien; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a descubrir el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a ir adelante, a permanecer fiel.

Así, en la quietud de ese atardecer, me pregunté: Si cada acto de contemplación son como los números en una secuencia infinita, ¿hasta dónde puede llegar nuestro crecimiento si elegimos sumar contemplando cada día? Y tú, ¿qué decides sumar hoy a tu vida?

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