Contra el cinismo, mirar el corazón
Muchos de los que nos dedicamos a la educación convivimos demasiado a menudo con una sensación de desazón que amenaza con cronificarse convirtiéndose en cinismo y destruyendo el corazón. A veces externalizamos hacia arriba las culpas, o las derivamos a instancias educativas previas. Yo, que he paladeado más veces de