El tiempo de vacaciones se acerca y el tiempo libre abunda...
El corazón, deseoso de una vida grande, va buscando de aquí para allá experiencias que nos hagan exclamar "¡así da gusto vivir!". Los colaboradores del Faro Newman nos apuntan algunas ideas para que este verano podamos descubrir la vida buena en el tiempo que se nos regala. Te ofrecemos una lista de películas, hábitos, reflexiones, lugares, exposiciones, podcast, etc. y el motivo por el cuál han hecho vibrar a sus autores. ¡Feliz verano!
Activa tu sentido arácnido | Arturo Encinas
Recomiendo Spider-Man (1994-1998), una serie disponible en Disney+ y que este 2024 cumple treinta años. Sus episodios cortos permiten verla casi entera durante el verano -uno o dos episodios al día-. La serie habla sobre qué sucede cuando elegimos cosas que, por muy importantes que parezcan en un plano social-general, obturan nuestras posibilidades de crecimiento personal. En este texto tienes más claves para entender y sacar provecho a esta serie.
Da gracias por cinco cosas | Menchu de la Calle
Lo aprendí del programa de los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos: empezar cada día dando gracias por cinco o diez cosas que puedo disfrutar hoy y que me son regaladas; GRACIAS porque he dormido muy bien, porque hace una buena temperatura, porque hoy empiezan mis vacaciones y me quito el reloj, porque comemos con los primos … Cosas sencillas que me hacen caer en la cuenta de todo lo bueno que se me ofrece en las siguientes 24 horas, que a veces doy por hecho y que desde una mirada posibilitadora me colocan automáticamente en una actitud de agradecimiento y de gratuidad. Practicar este hábito, especialmente en verano, me hace disfrutarlo mucho más y anclarme en el «cada día tiene su afán», sin nostalgias de un pasado que no vuelve ni futuribles por un mañana que se escapa a mi control.
Un paseo y un podcast | Chema Alejos
Uno de mis momentos irrenunciables de vacaciones son los largos paseos por la playa. Tengo la suerte de que allá donde veraneo la playa tiene una extensión de costa de más de 30 kilómetros seguidos y zonas sin bañistas. Momento diario para pasear rezando, con familia y amigos o para escuchar algún podcast. Normalmente selecciono algún episodio de «Un libro, una hora» de la Cadena Ser y revisito algunas obras que ya he leído u otras que por falta de tiempo sé que no voy a leer, pero la delicadeza de la producción de este podcast te introduce en la obra de una forma magnífica.
Contempla un atardecer en buena compañía | Paula Núñez
Párate y abre la mirada hasta dejarte emocionar. Contempla sin prisa, intentando reconocer lo que más llama tu atención. Cuando esto suceda, escucha. Escucha tu corazón. Respira hondo y escucha bien: estás vivo en medio de tanta belleza. Toma conciencia de tus latidos, basta un minuto, y contempla a quien te acompaña. Coge su mano. Y, por qué no, déjate escuchar el corazón. Como cuando una criatura está en brazos y acerca su oreja al pecho de quien lo sostiene, escuchemos juntos la vida que late en nosotros y entre nosotros. Es algo extraordinario que sucede todos los días, cada segundo, y que el cambio del ritmo de verano nos permite recordar. Feliz verano.
Lee a Tolkien y contempla el firmamento | Victoria Hernández
Lee, si no lo has hecho todavía, El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien. SI te parece demasiado, empieza por El Hobbit, del mismo autor.
En una noche llena de estrellas, asómate a la ventana, o baja a la playa, túmbate en el suelo y sé consciente del regalo que es la vida y de cómo el firmamento te recuerda el valor de tu existencia. También puedes, cuando hayas terminado la fase contemplativa, escribir un poema sobre el asombro experimentado.
Escribe todos los días | Martín Tami
Mi recomendación: escribe. Escribe todos los días. ¿Todos los días? Sí, todos los días. Y a mano. Aunque sea un poco. ¿Que no sabes sobre qué escribir? No importa tanto qué. Deja que cada día te sorprenda. Dale espacio a las cosas para que refluyan en ti. El verano es el tiempo del tiempo. Escribir es un camino hacia otra forma de habitarlo y de dejarse habitar por él. Escribir es una forma de salir al encuentro del ser. Porque en el principio era la Palabra.
Sal al campo después de que haya llovido | Isidro Catela
Lee un título de Nicolas Diat | Almudena Collado
Haz un concurso de fotografía | Felipe Samarán
Durante estas vacaciones haz un concurso diario de fotografía con los que te acompañan, especialmente sin son tus hijos o amigos. Es una forma de “educar la mirada”, de contemplar con intención, de ver por los ojos de otros para descubrir nuevos puntos de vista, de abrir temas de conversación ¿Y tú que pensabas?
Es una forma de intercambiar postales visuales que se quedan en el recuerdo, es la forma más sencilla de que los niños miren a su alrededor en lugar de mirar a la pantalla del móvil para jugar con él, es una forma divertida de tenerlos atentos a la vida que les rodea, también en el coche mirando por las ventanillas.
Cambia de tema del concurso cada día: “cosas raras”, “paisajes inesperados”, “texturas irreconocibles”, “carteles y grafitis para olvidar”, “belleza efímera”, “pies elegantes” (difíciles de capturar), “luces y sombras”, “nubes y formas ocultas”, “viajeros y turistas que merecerían ser protagonistas de una novela” (este da mucho juego porque luego uno se inventa su historia), “animalario inesperado”…
Juégate un helado, unas cosquillitas en el brazo, poner y quitar la mesa, llevar la mochila con las toallas y el agua, ir a la compra, puntos acumulativos para un premio gordo final… El verdadero premio será la nueva atención inesperada a la belleza que nos rodea y poder mirar por los ojos de toda la familia.
Haz silencio | Sophie Grimaldi
Escucha un podcast: Restore the Glory | Paula Martínez
Celebra la fiesta a la que has sido invitado | Laura Llamas
Sal de tu tierra y, durante unos días, prueba a vivir como un niño: duerme, come, juega con tus amigos, ríe a carcajadas, canta sin complejos, mira al cielo y, por una vez, concéntrate en celebrar la fiesta a la que has sido invitado. En septiembre nos contamos.
Pasa unos días en un monasterio | Ricardo H. Ontalba
Escucha «Desaparecer», de Búnbury | Guillermo Vila
Ahora que llega el verano, quizá quieras perderte en una canción. Vivimos a tanta velocidad, conectadísimos a todo tipo de aparatos, que dedicarle 3 minutos y 55 segundos a una sola cosa puede que sea un acto heroico. Con los ojos cerrados, incluso, esperando cada golpe de piano y ese silencio que asoma al final de “Desaparecer”, esa joyita de Búnbury que quizá nos ayude a encontrarnos un poco.