Hoy se propone «sé el dueño de tu vida», «que nadie te diga qué tienes que hacer», pero una vez leí que “quien se dirige a sí mismo ha elegido a un loco por director”. ¿Será cierto? o ¿loco es quien dijo eso? Hoy prima el «sé tú mismo» y parece que todo se justifica simplemente porque el origen de la decisión está en uno mismo. En psicología se estudia el autoengaño, pero ¿cómo uno puede ser contraste para sí mismo?
¿Será que quien se elige a sí mismo por director está escaldado de ser dirigido por otros? Tristemente hay muchos que creen tener una bola de cristal como para conocer al otro y saber qué recomendarle. ¿Y si inauguramos otra forma de relacionarnos en la que no nos dirijamos, sino que nos acompañemos? ¿Y si aprendiéramos a acompañarnos como un borracho acompaña a otro borracho reconociendo juntos su pobreza y queriendo salir de su penosa situación?