Larry Sanger, fundador de Wikipedia: del cientificismo a la fe

Larry Sanger, el cofundador de Wikipedia, publicó la semana pasada un documento en el que relata su trayectoria personal desde el escepticismo filosófico y el agnosticismo hasta convertirse al cristianismo. Sanger hace un recorrido por su educación, su exposición a diversas corrientes filosóficas, y los argumentos que lo llevaron a cuestionar su incredulidad. Un camino de búsqueda que inició despúes de 35 años en los que parecía que las respuestas a todas esas preguntas ya estaban zanjadas.

El relato de Larry Sanger es un testimonio de la tenacidad en la búsqueda de la verdad y también de esparanza. De una razón que sigue buscando hasta el final, que no se acomoda en sus prejuicios. La vida de Sanger muestra la posibilidad de encontrar la fe incluso después de años de escepticismo y agnosticismo.

A continuación podrás descrgar el texto íntegro (en inglés) y leer un resumen con las ideas principales. 

De la infancia luterana al escepticismo adolescente

Sanger se crió en una familia luterana conservadora. Sin embargo, desde pequeño, se sintió impulsado a cuestionar y buscar respuestas a las grandes preguntas de la existencia. Estas inquietudes, sumadas a la exploración de su padre en religiones del New Age, lo alejaron de la fe en su adolescencia. Un encuentro poco inspirador con un pastor que no supo responder a sus preguntas terminó por confirmar su escepticismo.
 

El escepticismo metodológico como guía

En su juventud, Sanger adoptó el escepticismo metodológico como una herramienta esencial para la búsqueda de la verdad. Influenciado por la idea de que las creencias falsas pueden tener consecuencias devastadoras, se propuso examinar cuidadosamente cada creencia antes de aceptarla. Esto fue lo que lo llevó a estudiar filosofía, donde buscó construir un sistema filosófico propio basado en la razón y la evidencia.
 
«Al cabo de unos años, adopté una especie de fundacionalismo, la opinión de que el conocimiento se justifica en última instancia por creencias racionales que a su vez no se justifican por otras creencias. En mi versión, ciertas creencias de percepción y de sentido común constituían el fundamento del resto de mis conocimientos».

Agnosticismo y la crítica al «Nuevo Ateísmo»

Durante sus años de estudio y su carrera académica, Sanger se consideró agnóstico, suspendiendo el juicio sobre la existencia de Dios. Aunque expuesto a argumentos teístas, ninguno le resultó convincente. Sin embargo, criticó duramente al movimiento del «Nuevo Ateísmo», liderado por figuras como Dawkins y Dennett, calificándolo de «crudo y repugnante». Argumentó que muchos ateos carecían de una comprensión profunda del teísmo y se limitaban a atacar versiones simplificadas de los argumentos religiosos.
 

El lento camino de regreso a la fe cristiana

Varios factores contribuyeron a un cambio en la perspectiva de Sanger. La creciente hostilidad hacia el cristianismo en algunos círculos lo impulsó a defender a los cristianos y a cuestionar sus propios prejuicios. La experiencia de la paternidad y el matrimonio lo alejaron de la ética individualista de Ayn Rand, llevándolo a valorar el cuidado y la conexión con los demás. Además, su interés en el problema del mal, intensificado por el caso Epstein, lo llevó a reconsiderar la posibilidad de un mundo espiritual y la influencia de fuerzas oscuras.
 
«Tal vez había entendido mal cosas que creía haber entendido. Tal vez no había estado expuesto a los mejores representantes de la fe. En resumen, tal vez no le había dado al cristianismo un trato justo. Y sí, lo expresé en términos de «cristianismo» para mí mismo: Nunca me interesaron otras religiones. Durante muchos años, esta idea me rondó la cabeza».
 

Revisando los argumentos a favor de Dios

 En este proceso de búsqueda, Sanger reexaminó los argumentos clásicos a favor de la existencia de Dios, como el argumento cosmológico y el argumento del diseño. Aunque inicialmente escéptico, comenzó a encontrar estos argumentos más persuasivos de lo que había pensado. Llegó a la conclusión de que, incluso si existieran explicaciones científicas para el origen y la complejidad del universo, la conjunción de todos los hechos parecía apuntar a un propósito o diseño subyacente.
 
«Me impresionó una conferencia del filósofo de la ciencia y conocido apologista Stephen Meyer, que presentó versiones del argumento cosmológico y del argumento del ajuste fino. La ciencia dice que el Big Bang fue el principio del universo. Pero todo lo que tuvo un principio tiene que haber tenido una explicación. Como se trata del comienzo de la materia misma, no puede tener una causa material; por tanto, debe tener una causa inmaterial (sea como sea)».
 

La Biblia y la teología

«No estoy seguro de por qué empecé a leer la Biblia tan obsesiva y cuidadosamente, como lo hice. Al haberme formado como lectora atenta de textos difíciles -la historia de la filosofía- sabía cuándo no estaba entendiendo bien, y ahora, por fin, sí quería entender. Pronto me planteé varias aplicaciones para leer la Biblia, incluida una que facilitaba especialmente la búsqueda de notas sobre determinados versículos a medida que se leía».
 
Impulsado por su renovado interés en lo espiritual, Sanger comenzó a leer la Biblia con una mente abierta. Para su sorpresa, encontró que el texto era mucho más coherente e interesante de lo que había imaginado. Descubrió la riqueza de la tradición teológica y la forma en que los teólogos han tratado de sistematizar y justificar las ideas bíblicas.
 

Sobre sus creencias y su próximo libro

Después de un período de intenso estudio y reflexión, Sanger llegó a la conclusión de que creía en Dios. Este proceso fue gradual y lleno de confusión, pero finalmente lo llevó a abrazar la fe cristiana. Sanger describe sus creencias centrales, incluyendo la Trinidad, la naturaleza pecaminosa del hombre y el plan de salvación a través de Jesús. Aunque aún está trabajando en algunos temas doctrinales, expresa su deseo de unirse a una Iglesia y de contribuir a la defensa de la fe cristiana. Tiene planes de seguir estudiando teología, de leer a los Padres Apostólicos y los Apócrifso, y de continuar trabajando en su libro «Dios Existe».
 
 

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