¿Quién no desea amar la vida y tener días felices?
Marcelo López desafía una idea bastante difundida en nuestro tiempo: no podemos ser realmente felices, todo es un vaivén de emociones y circuntancias.
Marcelo López desafía una idea bastante difundida en nuestro tiempo: no podemos ser realmente felices, todo es un vaivén de emociones y circuntancias.
Quítalo que ocupa mucho sitio, no pretendo convencerte de nada, pero cada día lo veo en su rincón, un árbol común, verde, natural, engalanado de bolas y botas, estrellas y sombreros de copa en alegres rojos y dorados cubiertos de purpurina. Llama la atención, y dentro de poco todo el
Aunque esta no es la pregunta. La pregunta es más difícil: ¿se puede amar libremente? Y, más difícil todavía, ¿qué es aquí ser libre? ¿Amamos libremente cuando un baile hormonal nos impide pensar con claridad, determina nuestras acciones y nos impone su criterio a través de un cataclismo emocional? Y
Las pocas nubecillas albas que esta tarde retozan por el cielo parecen ovejas sin rebaño, solas, aturdidas, diletantes de lo suyo. No son más que flecos desprendidos de aquellas otras, irritadas y arrogantes, que nos encarcelaron sin piedad los días pasados trayendo lluvias postreras y copiosas, como agua tirada a
Hace ya siete años que el Premio Nobel de Física de 2020 Robert Penrose publicó uno de los libros más brillantes que se puedan leer sobre la Inteligencia Artificial: The Emperor’s New Mind. El texto es sesudo, poblado de reflexiones profundas, argumentos poderosos y una profusión abrumadora de datos e
En una caja de cristal sin tapa en la que ha pasado toda su vida, flota inerte mi tortuga. No se mueve, no espera, no medita, no razona, hasta decir que se aburre sería una prosopopeya. Yo la miro y ella me mira. Si acerco la mano al bote de
Hoy el sol ha madrugado. Las nubes, asombradas, se deshacen despejándole el vuelo y él juguetea con sus jirones como si fueran hilos sedosos de algodón de azúcar que le vinieran flotando hasta su boca golosa, rompe el frío como un punzón y se asoma sonriente e indiscreto para husmear
Con la Iglesia hemos topado, y de qué manera. El Papa dice que es como un hospital de campaña y a veces nos lo parece. Imperfecta, a medio hacer, con desacuerdos y conflictos, repleta de gente imperfecta que es incapaz de estar a la altura de los que nos proponen.
En estos días se ha hecho viral la carta de un profesor universitario en la que afirma que ahora los profesores nos dedicamos a engañar a nuestros alumnos, que les enseñamos mal, que rebajamos el nivel, que nos hemos abandonado a un sistema universitario pernicioso. Por desgracia, la carta contiene
Camino de noche, desvelado. Al cruzar la calle enturbio charcos que un momento antes reflejaban la luz amarillenta de una farola solitaria. El agua garabatea finos trazos aprovechando las grietas de viejos adoquines disparejos. No hay nadie. La ciudad parece la carcasa de la ciudad, un decorado que cubre un
Me apasiona la textura de las cosas, esas sencilleces a menudo inadvertidas. Recorrer con los dedos las abruptas grietas que las eras han trazado sobre el tronco de los árboles. Sentir la superficie de las piedras que surgen descaradas de las sentinas de la Tierra. Desmigar los gasones con las
Sí, y cuando lo hago, que es con frecuencia, no acostumbro a quedarme corto, no me detengo en los detalles. ¿Han escuchado alguna vez la historia de ese cabezahueca que felicitó por su estado de buena esperanza a una doncella que, en un verano relajado, solo había cogido algunos kilos
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