Silencios místicos, José Jiménez Lozano
Ahora, la circunstancia dolorosa tiene un reverso, volver a la esencia. Quedarnos mudos. Observar al mundo sin sentir que es nuestro.
Ahora, la circunstancia dolorosa tiene un reverso, volver a la esencia. Quedarnos mudos. Observar al mundo sin sentir que es nuestro.
Seguimos trabajando, de otra manera, pero mucho. Es bueno hacerlo. Pero quizá el adagio nos invita a otra manera de hacerlo.
Estos días se nos ha dado la oportunidad de que se queme la tostada. Es cierto. Puede haber chamusquina, ese polvito renegrido que se queda en el pan.
Decía Don José en una de sus últimas entrevistas que merece la pena vivir porque hay personas, hay pájaros, hay cosas que están excelentemente bien.
Don José entendía el libro como algo y alguien que puede resultar trastornador para la vida.