María Ángeles Alonso, profesora de Responsabilidad Social de la UFV, propuso a los estudiantes, en el Minicurso Newman sobre la muerte que tuvo lugar el pasado 8 de febrero, una dinámica a través de sus smartphones para dar respuesta a lo que esperan del Minicurso. Votaron algunas alternativas: ¿para superar el miedo a la muerte o a una experiencia?, ¿que tiene créditos?, ¿tengo curiosidad por lo que vayan a contar?, ¿aumenta mi interés por los temas fundamentales de la vida?
1. El tiempo que nos es dado
Reflexionar sobre la muerte no deja de ser buscar el sentido a la vida. ¿Qué es la vida? ¿Qué recibimos con la vida? Tiempo, entre otras cosas, porque ¿qué hemos hecho para estar aquí? ¿Acogemos el tiempo o esperamos que llegue el siguiente fin de semana, el próximo curso? Corremos el riesgo de esperar siempre a que termine algo y llegue otra cosa. Corremos y luego ¿qué?
¿Qué quiero hacer con el tiempo de la propia vida? Desde que el hombre es hombre se ha hecho esta pregunta y a priori una definición de la RAE puede no ser suficiente. Desde los griegos se hablaba del tiempo chronos, el del reloj, en pro de la eficacia, lineal, exigente y restrictivo del horario; el kairos, cualitativo, el que se disfruta por la intensidad de lo que se vive, momentos interesantes, de relajación y presencia plena; y el aion, el tiempo de vida en que se entra en contacto con lo que somos, que requiere silencio para contemplar y admirar la belleza, para encontrar el sentido.
“Queremos una vida a lo grande y no ser hombres multitarea, hay que hacer silencio para tomar contacto con lo que somos. Vivimos en un eterno balancín. La Universidad es un momento de oasis, de tomar decisiones en bifurcaciones de caminos, de disfrutar y despertar».
2. El ideal como palo mayor
Historias como las de Froilán o Shakira no aportan al día a día nada más que el entretenimiento de unas risas.
María Ángeles Alonso les propuso que pensaran en tener un ideal, no solo metas a corto o largo plazo. Se preguntó: ¿Mereció la pena morir por un ideal? ¿Tiene repercusiones sociales? Cada vida participa del cambio y lo que sucede alrededor se puede usar para crecer o maldecir. Está convencida de que “si la naturaleza tiene un orden, la vida y la muerte también tendrá un orden”, es decir, como personas estamos bien hechas, igual que hay una proporción áurea matemática en la naturaleza.
Por último, deseó a los universitarios un tiempo de eternidad para que puedan decir “mereció la pena vivir”. La muerte solo habla de más vida y hay tres opciones: no tiene sentido, hay que aprovechar ya que se está aquí o vamos a vivir hacia la trascendencia. ¿Cómo queremos vivir?