Daniel Sada Castaño. Rector Universidad Francisco de Vitoria
Ponemos un punto y aparte en los Retovirales que empezamos a mediados del mes de marzo. Decíamos entonces, convencidos, que la crisis era también, y por encima de todo, un reto, un enorme desafío, porque se abría ante nosotros, junto con la incertidumbre, la oportunidad de vivir aquello en lo que creemos.
En este tiempo, hemos tratado de acompañaros, colándonos a diario en vuestros whatsapps o en otros muros de vuestras redes sociales; hemos querido decir una palabra cercana sobre lo que estábamos viviendo para poner de verdad a las personas en el centro y mirar con profundidad de foco y esperanza esta situación inédita.
Ahora, que se habla de Nueva Normalidad (hasta se escribe con mayúsculas en el BOE), nos tomamos un descanso, aunque seguimos pensando la Universidad que viene, el futuro que se abre y en el que hemos de saber dar importancia y posicionarnos en la vanguardia de las increíbles oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, a la vez que ponemos en valor aquello que llevamos en el ADN de nuestra Misión. Parafraseando a André Malraux, el escenario que se abre tras la crisis, será humanístico o no será.
Desde los dones recibidos, entreguémosnos a esa tarea ordinaria, de normalidad nueva, y en la que estamos llamados a descubrir, una vez más, cuánto de extraordinaria es, e incluso de incomprensible, la transformación que se produce en nosotros cuando ponemos el corazón en quien de verdad importa.