Faro Newman: ¿por qué preguntarnos cada día por algo?

Porque desde el Instituto John Henry Newman (IJHN) consideramos que la pedagogía de la pregunta es la cafeína existencial y educativa que hace falta para levantarnos cada día y construir la universidad. La vida de cada uno de nosotros, y específicamente la vocación universitaria, tiene la misión de buscar y encontrar respuestas a la altura de nuestra búsqueda y de la demanda de la realidad. Todo lo que nos rodea y aquello que albergamos en nuestro interior parece gritar ¿para qué? ¿por qué? Y estas preguntas se despliegan de muchas maneras, con multitud de fórmulas, al contacto con las circunstancias, con los datos, con la historia, con nuestra historia, desde lo pequeño y concreto a lo universal y abstracto. Todo es un índice que apunta a algo que no siempre vemos con facilidad, todo es signo que intuye la vida que sostiene todas las cosas.

No podemos dar pan al que no se ha dado cuenta de que tiene hambre. El hambre tarde o temprano se hará notar, pero si no lo hemos experimentado despreciaremos el pan. Lo mismo sucede con las respuestas. Todos las necesitamos, pero si la pregunta no nos ha clavado el aguijón en la razón y en el alma, la respuesta nos parecerá vana, toreo de salón de intelectuales, palabrería.

La universidad es el lugar en el que podemos aprender a hacernos las preguntas importantes con inteligencia. De esta tarea depende la sabiduría de la respuesta. Ninguna pregunta será necia si realmente nos interesa su réplica para la vida, para la educación, para la ciencia. Ayudarnos en esta labor entre todos es esencial para ser una comunidad universitaria que tiene la misión de trabajar por la búsqueda de la verdad, del bien y de la belleza.

Desde el IJHN queremos dar las gracias a todos los compañeros de camino que nos ayudarán a preguntarnos cada día y esbozarán la primera huella.

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