Martín Tami, profesor de Humanidades, introdujo el Café Newman sobre el sufrimiento el pasado 15 de octubre en la Universidad Francisco de Vitoria.
Martín nos recordó que esta no es una cuestión abstracta, sino una experiencia personalísima que define al ser humano. Su tesis central es clara: no hablemos del dolor, sino del sufrimiento como una respuesta interior, un gesto libre que nace de nuestro corazón para decirle al mundo: «Tú me dueles».
Este «sufrir» decía Martín, es, paradójicamente, una muestra de que estamos apasionados y que el sentido que le demos dependerá de qué sea aquello que nos enciende. Nos provocó con la afirmación de que la vida no es una tragedia, sino un drama, lo que significa que el sufrimiento no es el final de la historia, sino un elemento estructural que nos obliga a actuar, a ejercer nuestra libertad y a construir (o reconstruir) nuestro camino.
El sufrimiento es propio de una vida apasionada
MARTÍN TAMI