El Observatorio de lo Invisible es una escuela de verano de arte y espiritualidad para más de 100 estudiantes de todas las disciplinas artísticas, durante una semana de intensa creación en el Monasterio de Guadalupe, en Cáceres. Abrirá sus puertas del 25 al 30 de julio a todos aquellos alumnos que quieran hacer experiencia en primera persona de lo que significa ser artista.
La Universidad Francisco de Vitoria ha querido formar parte de este proyecto para impulsar una concepción del arte como medio de expresión de lo verdaderamente humano. Y si algo define con exactitud a todo ser humano es que es una pregunta andante. En el arte, de un modo privilegiado, lo material y lo espiritual se hacen uno para expresar las preguntas y respuestas que nos dan razones para vivir. El Observatorio de lo Invisible quiere ser escuela de esto.
Rocío Solís, coordinadora del Instituto Newman, entrevistó en el periódico digital El Debate al artista Javier Viver, uno de los creadores de este observatorio. Rescatamos algunas preguntas y respuestas. La entrevista completa se puede leer aquí.
El artista mira y hace aparecer lo invisible, pero ¿no habrá más bien que subrayar su invisibilidad? ¿qué tiene que ver esta con el misterio?
El arte no está para hacer visible lo evidente. Para eso ya está la realidad. Lo invisible es precisamente de lo que habla el arte, del misterio, de lo que no se puede hablar, pero sí se puede contemplar. Eso no quiere decir que se llegue a entender, pero sin duda es un grado de conocimiento directo por la presencia y su figura.