Metidos de lleno en este tiempo de verano (aunque algunos todavía no hayáis dado todavía el pistoletazo de salida) descubrimos que nuestro corazón ya está orientado hacia la playa o la montaña. Playas y montañas llenas de deseos y expectativas ante un tiempo que nos promete todo. Al fin pasaremos tiempo en familia, iremos a ese lugar que nos encanta, leeremos ese libro, disfrutaremos de esos hijos, haremos esa barbacoa o conversaremos tranquilamente con esos amigos; al fin saldremos de fiesta sin pensar en el examen del lunes, o al fin tendré mi ‘amor de verano’.
Sin embargo, también tenemos la experiencia de una cierta nostalgia que invade nuestro corazón cuando eso que esperábamos no nos llena del todo. Por muy agradecidos que estemos, la realidad, con su imprefección, nos defrauda de alguna manera. El corazón se queda perplejo y no sabe cómo moverse. ¿Y si todo es imperfecto, y ya lo sabemos, por qué lo seguimos deseando? Quizá la clave está en comprender que lo perfecto y lo pleno pueden ir por dos vías distintas y que, en la grandeza frágil de la vida, podemos aprender a vivir a fondo, venga lo que venga.
Desde el Instituto Newman te ofrecemos algunas propuestas que creemos que pueden ayudarnos a educar nuestra inteligencia y corazón, y que nos enseñan a movernos entre ese deseo infinito de felicidad y esa realidad finita, sin claudicar a seguir buscando que nuestra vida esté llena de sentido.
1. VIVE CADA DÍA COMO UNA AVENTURA, DE LA MANO DE EL SEÑOR DE LOS ANILLOS.
En este coloquio sobre el El Señor de los Anillos, los profesores de Humanidades Javier Rubio y Juan Serrano, de la Universidad Francisco de Vitoria, se embarcan en una conversación profundas acerca de la obra maestra de J.R.R. Tolkien. A través de esta gran obra nos introducen en la concepción de la vida como aventura, como una llamada que exige una respuesta. Como toda aventura, tiene sus obstáculos y dificultades, pero la vocación y la compañía hacen que todo valga la pena.
2. LEE CARTAS A MIS ALUMNOS, UN LIBRO QUE NO TE DEJARÁ INDIFERENTE
Un profesor, convaleciente e impedido para ir a clase durante unos meses, les dedica a sus alumnos unas líneas para animarles a que «pongan el cristianismo contra las cuerdas». Es decir, para que conozcan a fondo, piensen, razonen y metan todo el corazón para verificar si la pretensión de Jesús de Nazaret es verdaderamente razonable y si puede responder a su deseo de felicidad.
Las cartas relatan una historia de amistad y afecto entre estos amigos y su profesor, en el que recorrerán un camino de preguntas y respuestas en búsqueda de lo más verdadero para vivir.
«Pon contra las cuerdas lo que te han contado: si lo que Jesús ofrecía con su palabra, con su obra, con su mirada, con sus gestos, incluso con sus gestos más potentes como son los milagros, no tuviera nada que ver con tu corazón, con tu exigencia, con tu miedo, con tu alegría y con tu tristeza, con el deseo de felicidad de quien lee estas páginas, sería simplemente el mayor de los fraudes. ¿Es razonable creer verdaderamente hoy en Jesús de Nazaret?»
3. DISFRUTA DE LAS RECOMENDACIONES DE ESTOS PROFESORES PARA EXCLAMAR CON ELLOS ‘¡ASÍ DA GUSTO VIVIR!’
Los colaboradores del Faro Newman nos apuntan algunas ideas para que este verano podamos descubrir la vida buena en el tiempo que se nos regala. Te ofrecemos una lista de películas, hábitos, reflexiones, lugares, exposiciones, podcast, etc. y el motivo por el cuál han hecho vibrar a sus autores.
4. EMPÁPATE DE ESTA PREGUNTA Y BUSCA TUS PROPIAS RESPUESTAS: ‘ANTE LA URGENCIA DE FELICIDAD, ¿EL CRISTIANISMO PUEDE DECIR ALGO?
«¿Quién pudiera vivir sin preocupaciones, sin anticipar el futuro, sin nostalgia ni melancolía? ¿Qué nos hace vivir en este instante? ¿Se puede descubrir qué nos hace verdaderamente felices?» Vuelve a ver las conferencias del curso de verano, que te ayudarán a poner la mirada en las preguntas más importantes de la vida.
5. CONOCE A JOHN HENRY NEWMAN, UNO QUE ARRIESGÓ TODO POR VIVIR UNA VIDA PLENA.
John Henry Newman nació y vivió en el siglo XIX en Inglaterra e Irlanda. Experimentó en su propia vida que merece la pena amar la verdad más que a la propia vida, pues pasó del anglicanismo al catolicismo en un contexto en el que sería rechazado por hacerlo. Ha sido uno de esos hombres que han entregado su vida a la comprensión de ese «algo más» y lo ha hecho la mayor parte de su tiempo en y para la universidad, a través de las ciencias, en el estudio del método educativo, en la construcción de la institución universitaria.
«Por qué hago esto, me pregunto, si no porque creo que estoy llamado a hacerlo. Ante muchos tengo buen nombre y deliberadamente lo sacrifico. Estoy lastimando a aquellos a quienes amo, inquietando a todos a los que he instruido y ayudado. Me acerco a quien no conozco y de quien espero muy poco. Me destierro a mí mismo, y a mi edad… ¿Qué puede ser sino estricta necesidad lo que provoca esto?»
J.H. Newman en una carta a su hermana Jemima.