Susana Miró, profesora de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria, introduce el Aula Newman explicando cómo están conectadas las cinco preguntas fundamentales: el amor, la libertad, el sufrimiento, la muerte y la cuestión de Dios.
A continuación, tendrás a tu disposición referencias sobre la pregunta por Dios expresada en el teatro, junto con otros títulos musicales y del cine, además de varios textos de grandes pensadores del ámbito de la filosofía. También encontrarás una selección los Cafés Newman de los últimos años que buscan plantear la pregunta en el ámbito universitario, confrontándola con la experiencia de los alumnos.
El profesor de la Universidad Francisco de Vitoria, Enrique Gallud, presenta algunas obras de teatro en las que la cuestión de Dios se ha convertido en el centro de la trama artística:
El profesor Javier Crevillén, explica de una manera didáctica y pedagógica el gran mito de Fausto que vendió su alma al diablo a cambio de la satisfacción de los placeres de la vida, pero ahora transformado por el gran Goethe en un pacto por la experiencia de plenitud y totalidad. «La vida no se da el sentido a sí misma, siempre tiene misterio y algo de inconcluso, el ser humano anhela, pero no agota la búsqueda, experimentamos destellos de felicidad que se desvanecen haciendo sospechar algo llamado a suceder», declara Crevillén, lo que desvela la perversidad del deseo de Fausto de agotar este deseo, de poseer y dominar el misterio. Así es cómo el romanticismo reivindica el gótico, perdiendo la referencia y creciendo en todas direcciones fruto de una angustia. Tan solo en la esperanza y la imaginación de una promesa presentida Fausto consigue una contemplación en la que descansa su excitada voluntad.
Diciéndome a mí mismo que no iré allí. Oh, pero sé que no me importará. Intentando lavar toda la sangre que he derramado. Esta lujuria es una carga que ambos compartimos. Dos pecadores no pueden expiar de una oración solitaria. Almas atadas, entrelazadas por el orgullo y la culpa.
Una vez, sobre mi alma se posó algo de ti. Escuché que alguien me hablaba y no era aquí. No había ruidos allá afuera, no había sombra en la pared. Vi mi rostro muy dormido, creo que no volveré, me elevé hasta el fin, vi una luz y escuché una voz en silencio.
Alcanzar y tocar la fe. Tu propio Jesús personal. Alguien que escuche tus oraciones. Alguien a quien le importa. Tu propio Jesús personal. Alguien que escuche sus oraciones. Alguien que está ahí.
Luz del día. Me despierto sintiendo como si no jugaras bien. Solía saberlo, pero ahora, eso no se siente bien. Me hizo alejar mi orgullo. Tanto tiempo. Hiciste esperar a un negrata, tanto tiempo. Le haces difícil a un chico como ese seguir adelante. Ojalá pudiera hacer esto mío, oh…
Sueñas alto, es el poder que te han dado desde el cielo, no, no, que no sé a dónde voy. No es real, hace ya tiempo te volviste uno más y odio cuando estoy lleno de este veneno y oigo truenos si no estás. ¿Qué me has hecho? ¿Dónde estoy? Se me aparecen mil planetas de repente. Esto es una alucinación. Quiero ver tu otra mitad, alejarme de esta ciudad y contagiarme de tu forma de pensar. Miro al cielo, al recordar me doy cuenta otra vez más que no hay momento que pase sin dejarte de pensar. Esta distancia no es normal, ya me he cansado de esperar, dos billetes para amarte, no quiero ver nada más. Imposible, es demasiado tarde. Todo es un desastre. Esto es una obsesión. No me sirven tus pocas señales, ya nada es como antes, me olvido de quién soy.
¿Y si quien esperaba ser fui siempre yo? ¿Y el amor que luché por sentir fue siempre libre? ¿Y si todas las cosas que he hecho, sí? ¿Fueron solo intentos de conseguir amor? – Sí, sí. Porque el agujero dentro de mi corazón es estúpidamente profundo.Estúpidamente profundo.
¿Cuándo terminó? Toda la diversión, estoy triste otra vez, no se lo cuentes a mi novio, él no fue hecho para eso. ¿Para qué fui hecha? Porque yo, porque yo no sé cómo sentir, pero quiero intentarlo. no sé cómo sentir, pero algún día podré saberlo, algún día podré saberlo.
Así que tomé mi medicamento y derramé mi trauma en un nuevo sofá de cuero con ojos de ojo triste, de mediana edad, de mediana edad. Y discutimos sobre Jesús, finalmente encontramos algún punto medio. Dije: «Estoy curado». Y dividí mi ira en treinta partes separadas. Mantenga la mierda mala en mi hígado y el resto alrededor de mi corazón. Todavía estoy enojado con mis padres por lo que les hicieron sus padres. Pero es un comienzo.
Tal vez yo sea tonto, tal vez yo esté ciego. Pensando que puedo ver a través de esto y ver lo que hay detrás. No tengo forma de demostrarlo, así que tal vez yo esté mintiendo. Pero solo soy humano, al final. Solo soy humano al final. No me eches tu culpa a mí. No me eches tu culpa a mí. Mira al espejo, ¿y qué ves? ¿Lo ves más claro o estás engañado? En lo que crees…
Me estoy hundiendo y esta vez. Temo que no hay nadie que me salve. Ese todo o nada realmente. Me vuelve loco. Necesito alguien para sanar, alguien para conocer. Alguien para tener, alguien para sostener. Es fácil de decir, pero nunca es lo mismo. Supongo que me gustaba la forma en que adormeciste todo el dolor.
Si miras a la distancia hay una casa en la colina guiando como un faro. Es un lugar donde estarás seguro de sentir nuestra gracia, porque todos hemos cometido errores, si has perdido tu camino dejaré una luz encendida.
Y ahí es cuando me abrazas, me abrazas. Dime que me conoces, nunca estaré solo. Di que hemos sobrevivido a la tormenta ahora, pero sigo al acecho. Oh, oh, oh. Oh, oh, oh. El aire se esta poniendo frío, frío.
Encontré la vida y encontré la risa. En el perdón encontré descanso, sobre los hombros de la redención. Encontré esperanza cuando la esperanza estaba muerta. Podría perderlo en un momento, así que no me atrevo a cerrar los ojos, veré el miedo caer con la puesta de sol y ver que la esperanza se eleva con la marea. Y cuando el dolor es cierto a veces estos problemas prueban que estoy vivo.
Busco algo más que de sentido a mis sentidos, que despierte el corazón solitario, adormecido y es que busco una razón que sea razón a todos mis motivos. Busco La Verdad por encima de “verdades” y es que busco esa Luz que ilumine realidades, voy buscando un Corazón…. de un amor inagotable. Voy buscando algo más…
Tranquila, me dicen tranquila, nadie corre más que el viento, pero yo no sé estar tranquila, yo estoy llena de cosas que estallan por dentro, yo nunca supe esperar, fui más deprisa y de hoguera, de correr antes de andar, libre como las mareas. Dime tú cómo se apaga un latido que no cesa.
¿Quién soy?, otra vez igual. Lo sabía de pequeña, creo que ya no sé na’. ¿Qué más da?, sé quien quieras, tú puedes jugar le digo al espejo antes de saltar. ¿Quién sabe qué es la realidad? Me dispongo a colgarme entre las ramas de algún árbol azul que dé flores de mar. Si masticas su veneno hasta puedes volar.
En la tempestad cuando ruge el mar Tú estás ahí, vienes junto a mí. Si en mi caminar llego a tropezar Tú estás aquí y vas junto a mí. Y en el punto más oscuro de la noche me iluminas, me recuerdas.
Sabía que ibas a volver porque el mundo lo sabe que tú querías conocer, quizás se me hizo tarde, vuelve a hablar de los lugares donde irán, que si van a volverte a ver, si sola vas no te pierdas otra vez porque yo no quisiera tener que perderme también.
No estoy escrito, no puedo leer mi mente, no estoy definido, acabo de empezar, la pluma está en mi mano, finalización no planificada.
No me destruyas, he estado viajando por mucho tiempo, he estado esforzándome mucho con una bella canción.
Si vives en un precipicio por miedo a no sentir nada y estás harto de lo mismo, otras caretas, mismas caras, nunca dejes de remar, no estás solo en ese abismo.
Caminé a través de una tierra vacía, conocía el camino como la palma de mi mano, sentí la tierra bajo mis pies, me senté junto al río y me hizo completo. Oh, cosa simple, ¿a dónde te fuiste? Me estoy poniendo viejo y necesito algo en que confiar, así que dime cuándo me vas a dejar entrar. Me estoy cansando y necesito un lugar para empezar.
Siempre joven, quiero ser siempre joven. ¿Realmente quieres vivir para siempre? Siempre y por siempre. Siempre joven, quiero ser siempre joven.
Lucho con las voces en mi mente que me dicen que no soy suficiente. Cada mentira que me dice que nunca estaré a la altura. ¿Soy algo más que la simple suma de cada alto y cada bajo? Recuérdame una vez más quién soy porque necesito saberlo.
Pero soy un asqueroso, soy un bicho raro. ¿Qué diablos estoy haciendo aquí? Si no pertenezco aquí. No me importa si duele, quiero tener el control, quiero un cuerpo perfecto, quiero un alma perfecta.
Y busqué, y busqué, y busqué hasta la cima.
Y no hallé, y no hallé, y no hallé el sentido a mis días.
Y busqué, y busqué, y busqué hasta el fin.
La respuesta estaba dentro de mí.
¿Cuándo fue el gran estallido?
¿Dónde estamos antes de nacer?
¿Dónde está el eslabón perdido?
¿Dónde vamos después de morir?
¿Qué son los agujeros negros?
¿Se expande el universo?
¿Es cóncavo o convexo?
Casi puedo verlo, ese sueño que estoy soñando, pero hay una voz en mi cabeza diciendo que nunca lo lograré. Cada paso que estoy dando, cada movimiento que hago se siente perdido, sin dirección, mi fe se está abatiendo, pero yo, yo debo seguir intentándolo, debo mantener mi cabeza en alto.
Algunos días no sé si estoy equivocada o en lo cierto. Tu mente te está jugando una mala pasada, querida, porque aunque la verdad pueda variar. Este barco llevará nuestros cuerpos a salvo a la orilla.
Maldita sea, ¿quién lo diría? Todos los aviones que volamos, las cosas buenas que hemos pasado, que estaría aquí hablando contigo sobre otro camino, sé que nos encantaba salir a la carretera y reír, pero algo me dijo que no duraría, tuve que cambiar, mirar las cosas de manera diferente, ver el panorama general. Esos fueron los días, el trabajo duro siempre paga. Ahora te veo en un lugar mejor (te veo en un lugar mejor).
Espacios vacíos. ¿Para qué estamos viviendo? Lugares abandonados, supongo que sabemos el resultado. De nuevo y de nuevo, ¿alguien sabe qué estamos buscando?
Tal vez lo que te hace grande no entienda de cómo y por qué, tal vez lo insignificante se ha visto en un barco de nuez. Tal vez lo que te hace grande no sea difícil de ver, tal vez cada guiño esconda la llave que intentas tener.
Eso que tú me das es mucho más de lo que pido, todo lo que me das es lo que ahora necesito, eso que tú me das no creo lo tenga merecido, todo lo que me das te estaré siempre agradecido. Así que gracias por estar, por tu amistad y tu compañía, eres lo mejor que me ha dado la vida. Por todo lo que recibí estar aquí vale la pena, gracias a ti seguí remando contra la marea, con todo lo que recibí. Ahora sé que no estoy solo, ahora te tengo a ti amigo mío, mi tesoro.
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Que mis ojos se despierten con la luz de tu mirada yo a Dios le pido que mi madre no se muera y que mi padre me recuerde, a Dios le pido que te quedes a mi lado y que mas nunca te me vayas mi vida, a Dios le pido que mi alma no descanse cuando de amarte se trate mi cielo. A Dios le pido.
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En una noche oscura la llama del amor ardía en mi pecho y por una linterna brillante huí de mi casa mientras todos en reposo tranquilo. Envuelto por la noche y por la escalera secreta huí rápidamente, el velo ocultaba mis ojos mientras todos estaban en silencio como el coro muerto. Oh noche, tú fuiste mi guía de la noche más amorosa.
Y rezo, por Dios, cómo rezo. Rezo cada uno de los días para que ocurra una revolución. Y así, de vez en cuando, lloro cuando estoy acostada en la cama solo por sacarme todo lo que tengo en la cabeza. Y yo, yo me siento un poco rara.
Gente matando, gente muriendo, los niños están heridos y los oyes llorar. ¿Puedes practicar lo que predicas? ¿Y ofrecería también la otra mejilla? Dios, Dios, Dios, ayúdanos. Muéstranos alguno camino desde allá arriba porque la gente me hace, me hace, preguntarme ¿dónde está el amor?
¿Somos humanos? ¿O somos bailarines? Mi signo es vital. Mis manos están frías y estoy de rodillas buscando la respuesta. ¿Somos humanos? ¿O somos bailarines? Presenta mis respetos a la gracia y la virtud, envía mis condolencias al bien, dale mis saludos al alma y al romance, siempre hicieron lo mejor que pudieron y tanto tiempo para la devoción. Me enseñaste todo lo que sé, dígale adiós.
Ayer el infierno hoy el paraíso, ¿qué tal? Esperas que diga muy bien que tu vida ya no va a cambiar, pero te mentiría, aunque no tengo ganas de decirte la verdad. Necesito agua, noches sin dejar de llorar, mirar hacia arriba y pensar. Quiero rezar, quiero abrazar a mamá, dejar que me lleve el dolor sea leve, un beso muy breve esperar que me eleve. Que quieres si no puedo más, porque tú haces milagros, porque tú haces milagros en mí.
Hoy la niebla llegó antes de que abrieras los ojos te sorprendió. ¿Qué viniste a buscar en la niebla? Bienvenido al lugar donde los caminos se acaban al empezar, donde el tiempo borró nuestras huellas. Acaso tú no eres real, cara o cruz. Y te preguntas qué hago aquí, el mundo que yo conocí ya no existe, no es igual.
Y sabe Dios dónde has dejado el agua que calma la sed, dónde has dejado el agua que purifica, donde has dejado la luz que se enciende en la oscuridad.
Hablo con estrellas fugaces, pero siempre se equivocan. Me siento estúpida cuando rezo, entonces ¿por qué estoy rezando de todos modos? Si nadie esta escuchando. Cualquiera, por favor, envíame a cualquiera Señor, ¿hay alguien? Necesito a alguien.
¿Cómo puedes extrañar a alguien que nunca has conocido? Porque te necesito ahora, pero aún no te conozco. ¿Pero puedes encontrarme pronto porque estoy en mi cabeza? Sí, te necesito ahora, pero aún no te conozco porque últimamente ha sido difícil. Me venden por partes y no quiero ser un arte moderno, pero solo tengo medio corazón para darte. ¿Como puedes extrañar a alguien que nunca has visto?
Yo necesito ganas, no querer ganar. Y si algún día perdiese mi miedo a perder me duele haber corrido para no llegar. Ahora sé que el camino es la meta, también. Ya me crecieron miedos que nunca eduqué y me sé las respuestas, por no preguntar. Ya sentí como nadie, cuando tuve el bien. Y lloré como todos, cuando algo se va. Nadie te enseña a ser fuerte, pero te obligan. Nunca nadie quiso un débil para confiar. Nadie te enseña los pasos en un mundo que te obliga cada día a poder levantarte y caminar.
Nadie avisó de los baches y las caídas. Aun así, un pie delante del otro, un pie delante del otro, desafiantes. ¿Qué importa lo que diga el mundo y cuán fiera sea la tormenta? No dejes que te arrastre y te hunda bajo la arena porque si logras mirar más allá del tiempo y del espacio, de los números, de los colores y las formas hay un segundo en el que todo cobra sentido y hasta el miedo desaparece. Al fondo, entre las sombras, la luz ha dibujado una frase: «No estás solo en este mundo».
Sentir que estoy respirando mi último aliento, sentir que estoy caminando mis últimos pasos. Mira todas esas lágrimas que he llorado, mira todas las promesas que me he cumplido. Pongo mi corazón en tus manos, aquí esta mi alma para que la guardes, te dejo entrar con todo lo que puedo. Tú no eres difícil de alcanzar y me bendices con el mejor regalo que jamás hayas conocido. Tú me das un propósito, sí, me has dado un propósito.
¿Quién dijo que los deseos serían escuchados y respondidos cuando se deseara en la estrella de la mañana? Alguien pensó en eso y alguien lo creyó. Mira lo que ha hecho hasta ahora. ¿Qué es tan increíble que nos mantiene mirando las estrellas y qué creemos que podríamos ver?
A los diecisiete comencé a morir de hambre. Pensé que el amor era una especie de vacío y al menos entendí entonces el hambre que sentí. Y no tuve que llamarlo soledad. Todos tenemos hambre (…). Nunca encontramos la respuesta, pero sabíamos una cosa, todos tenemos hambre. Pensé que el amor estaba en las drogas, pero cuanto más tomé, más me quitó, y nunca pude tener suficiente.
Yo que estudié al ser humano te digo que no, que ya nada espero. Yo que intenté comprender sus motivos, que no, que ya nada espero. Yo que quisiera encontrarme contigo… Yo que pensaba… Yo que creí firmemente en el amor… No. Hoy ya sé que no, que ya no importa y que a la vida hay que buscarle otra razón. Y busco en los colores del atardecer y no la encuentro.
Que como yo a veces sueño nadie ha soñado contigo, que como te echo de menos no hay en el mundo un castigo. Pequeña de las dudas infinitas aquí estaré esperando mientras viva. No dejes que todo esto quede en nada porque ahora estés asustada.
¿A dónde va lo común o de todos los días? ¿El descalzarse en la puerta, la mano amiga? ¿A dónde va la sorpresa, casi cotidiana, del atardecer? ¿A dónde va el mantel de la mesa, el café de ayer? ¿A dónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar? ¿Acaso nunca vuelven a ser algo? ¿Acaso se van? ¿Y a dónde van? ¿A dónde van?
Has convertido el agua en vino, vaya decepción. La gente no te va a querer y alguno lo intentó. El éxito los sepultó y no quiso parecer bandera de las cosas que nos dan y quitan fe. En la noche en que sucumbes a mis ganas de intentar convencerte de que no conozco ni el bien ni el mal, en la noche en la que nos encomendamos al azar, en el suelo de aquel cuarto me invitaste tú a bailar. Sería más fácil comenzar por la verdad.
Pero me aferraré a la esperanza y no dejaré que te ahogues en la soga alrededor de tu cuello y encontraré fuerza en el dolor y cambiaré mi forma de ser. Sabré mi nombre como se llama de nuevo.
En estos cuerpos viviremos, en estos cuerpos moriremos y donde inviertes tu amor inviertes tu vida… Despierta mi alma… porque fuiste hecho para encontrarte con tu Creador.
Deja en el altar los regalos de los dioses que pedimos sin cesar. Rompe las barreras, las fronteras, el silencio y los palacios de cristal. Toca nuestra frente y devuélvele a la gente el instinto animal. Dinos nuestro nombre verdadero, enséñanos el fuego, líbranos del tiempo, líbranos del miedo. Santo, Santo, haz milagros, mueve el mundo, cambia el rumbo. No te escondas, no te rindas. Santo, Santo, oye el llanto.
He escalado las montañas más altas, he corrido a través de campos, solamente para estar contigo…, pero todavía no he encontrado lo que estoy buscando. He besado labios de la miel, sintiendo la curación en la punta de sus dedos, se quemó como el fuego este deseo ardiente.
Si Dios tuviera un nombre, ¿cuál sería? Y se lo dirías a la cara. Si te enfrentaras a él en toda su gloria, ¿qué le preguntarías si tuvieras solo una pregunta? Y sí, sí, Dios es grande, sí, sí, Dios es bueno, ¿y si Dios fuera uno de nosotros?
Mi querido Dios, estoy escribiendo esta carta para ti porque no tengo ninguna pista, ¿puedes ayudarme? Estoy sentada aquí simplemente tratando de entender de qué se trata mi vida, ¿puedes decírmelo?
Hey, estés donde estés. Necesito que vengas ahora que mi mundo está al revés. Hey, eso ya lo sé, que solo te busco y te llamo cuando no me dan los pies. Hey, dime si es verdad que por la noche me cuidas en medio de la oscuridad. Hey, soy yo otra vez, solo sé que tengo miedo, pero no sé bien de qué.
Poco a poco se desvanece, lentamente nos desvanecemos, lentamente te desvaneces, poco a poco se desvanece. Dale tiempo y nos preguntamos por qué, hacer lo que podemos reír y llorar y dormimos en tu polvo porque hemos visto todo esto antes.
Espero que haya alguien que libere mi corazón precioso de sostener cuando esté cansado… ¿Quién cuidará de mí? Cuando muera me voy a ir. Espero que haya alguien. ¿Quién liberará mi corazón? Es bueno sostener cuando estoy cansado.
La familia siempre está primero y no, en primer lugar, diría que, en primer lugar, siempre está Dios y después la familia. La familia es muy importante, la familia siempre es importante y caminas por un camino que es un poquito duro. Cuando me entero pienso que el mundo en el que está Rosalía es complicado, pero está bien, si estás feliz yo también lo estoy.
Vives en cajas de metal, miras con los ojos del que no ha aprendido a odiar, y en tu cicatriz un incondicional entro en tu palacio de cristal, noto en mis entrañas tu presencia colosal. Quiero darte todo, pero siempre un poco más, aunque te conformes con mi debilidad. Y siento que me puedo ahogar si no me lanzas la cuerda auxiliar. Y dime si seré capaz de cruzar el mar que nos separa sin naufragar.
La misma pregunta en el idéntico instante en que define mi soledad sienta también las bases de mi compañía, porque significa que yo estoy constituido por otra cosa, aunque permanezca misteriosa para mí. He estado pensando sobre todos, todos se ven tan solitarios, pero cuando veo las estrellas… veo a alguien más, me siento como yo mismo.
Ahora lo puedo ver con absoluta claridad, hay un destello de perdón atravesando la ciudad esta noche inmortal, habla a través de mí. Un día todo acabará, al fin podremos descansar sobre el dorado y el azul.
Dime a quién hay que pedir la hoja de reclamaciones. Suelo encontrarme en una escala de grises, póngamela de colores. Cómo me atrevo a sentir yo esto. Si fuese tú ya estaría muerto.
Quiero que Cristo baje a enseñarme a rezar, que me acompañe en este viaje semiastral. Pillarnos juntos un billete a las Bahamas. Quiero que Cristo baje a enseñarme a rezar, que me acompañe en este viaje sideral. No tengo traje y me marché hace dos semanas. Aquí estoy. Aquí estamos.
Ahora que abro este grifo infinito que ojalá no se vuelva a cerrar por lo menos que riegue la tierra de todos aquellos que fuisteis mi mar… Reconozco que aún vive el miedo, me susurra que nunca se irá, pero habéis conseguido asustarlo. Ya no grita tanto, ya no duele igual.
Cuando me encuentro en momentos difíciles, Madre María viene a mí diciendo palabras de sabiduría, déjalo ser. Y en mis horas de oscuridad Ella está de pie justo delante de mí diciendo palabras de sabiduría, déjalo ser.
Patch Adams (1998), dirigida por Tom Shadyac, es la biografía del conocido médico que revolucionó el panorama mundial con la terapia de la risa en enfermos de cáncer. La interpretación de Robin Williams hace pensar si el afecto que podemos dar a otros proviene de que antes hayamos sido amados por lo que somos nosotros mismos.
American Beauty (1999), dirigida por Sam Mendes, nos hace frenar en seco con una sola bolsa de plástico movida por el viento. Nos invita a preguntarnos acerca de la belleza en su sentido más apoteósico, a la par que nos conduce a ella a través de la sencillez más cotidiana y aparentemente rutinaria.
La serie El Ala Oeste de la Casa Blanca (1999), creada por Aaron Sorkin, aborda la existencia de Dios desde diferentes perspectivas que suscitan el despertar de las preguntas entre políticos y periodistas, al más alto nivel del gobierno de Estados Unidos.
En la serie Deadwod (2004), dirigida por David Milch, no pasa inadvertida la escena del reverendo Smith predicando la carta a los Romanos de la Biblia en la vía pública, entre el barro y los comercios. Su mirada estrafalaria atraviesa la del hombre rico y popular que desea su propia muerte.
Rabbit Hole (2005), dirigida por John Cameron, refleja uno de los mayores dramas de la vida, como puede ser la muerte de un hijo. Se vincula directamente con la cuestión sobre la existencia de Dios que permite tal circunstancia.
Bella (2006), dirigida por Alejandro Monteverde, es un canto al amor incondicional desde el inicio de la vida, al perdón, al bien, a la búsqueda del sentido. El cocinero mexicano que interpreta Eduardo Verástegui y la camarera Nina cruzarán sus destinos para siempre, y buscarán juntos redimirse y combatir sus propios monstruos.
En Infierno Blanco (2011), dirigida por Joe Carnahan, el protagonista clama a Dios en un duro momento. Cuando la felicidad se busca como un fin en sí misma se nos escapa entre los dedos y el hombre la convierte en un objeto narcisista olvidando ser feliz en el sacrificio y la renuncia.
El árbol de la vida (2011), dirigida por Terrence Malick, es el claro ejemplo de la dificultad para integrar las diversas dimensiones del ser humano: inteligencia, afecto y voluntad. Una puesta en escena que se sale de la norma de Hollywood, en la que el actor Brad Pitt consigue pausar el ritmo vital del espectador.
La gran belleza (2013), dirigida por Paolo Sorrentino, habla del escritor Jep Gambardella en una Roma llena de excesos, fiestas y personas que llevan una vida frívola. Se encuentra perdido y entiende su entorno como una ficción, un sinsentido en donde nada de lo que percibe es verdadero. El director abrirá con su protagonista un camino de búsqueda de certezas para encontrar algo que haga que la vida merezca ser vivida.
Silencio (2016), obra maestra de Martin Scorsese tras El Lobo de Wall Street, es la apuesta de un grupo de jesuitas por buscar en Japón a su mentor, el misionero Padre Ferreira, que reenfoca su fe tras ser torturado. Cuando Dios parece estar en silencio defender su existencia puede costar hasta la propia vida.
Ben-Hur (2016), dirigida por William Wyler, expresa la metáfora del personaje que interpreta Charlton Heston sediento físicamente y sediento de respuestas existenciales. De la misma forma que necesitó el agua para recobrar la vida buscará otro tipo de agua para apagar su sed de venganza.
En un bar, dos hermanos que representan dos modos diversos de mirar el mundo, se reúnen para plantear la pregunta detrás de toda pregunta. ¿Tiene sentido la vida? ¿Existe Dios? De la respuesta que se den a estas preguntas, toda respuesta y toda vida darán un giro, y tomarán direcciones muy distintas.
Pocos autores han sabido diagnosticar la enfermedad de su propio tiempo como lo hizo Friedrich Nietzsche. En este clásico fragmento de La gaya ciencia, el filósofo alemán saca las consecuencias ontológicas, antropológicas y éticas de la muerte de Dios, ante la mirada perpleja de una Europa inconsciente de su brutal hazaña.
En este breve texto, Vattimo se pregunta las causas del retorno de la religión, entendida esta en sentido amplio, dentro de la cultura occidental. Este emerger, aún por concretarse, responde a la configuración social y política de los últimos tiempos, pero no solo. Tampoco se reduce al fin “fisiológico” de una cultura que, cercana a su muerte se pregunta por el más allá. ¿Qué hay detrás del retorno de la fe y la religión?
Pío Moa lo deja claro en este pequeño artículo: la polémica de la existencia de Dios se basa en presupuestos que pueden o no aceptarse. Se trata de un argumento tan indemostrable como su contrario. Sin embargo aprovecha para echar por tierra las pretensiones intelectualistas de los ateos, cuyos postulados -concluye el historiador- no le inspiran confianza.
El argumento de Peter Singer siempre es el mismo: la incompatibilidad de un Dios bueno y un mundo malo. Para él el argumento de la necesidad de la libertad humana no es válido, como tampoco es válida la tesis del pecado original, ya que, para él, una culpa heredada es injusta. En este artículo, publicado en El País, se sintetiza la postura de este autor tan polémico.
En esta obra de carácter divulgativo, Thomas Woods Jr., intenta mostrar la influencia determinante de la Iglesia Católica en la forja de la cultura occidental de la que somos herederos. Este fragmento es parte de un capítulo sobre la fundación de las universidades. En él el autor pone como ejemplo del método escolar de la época la demostración de la existencia de Dios de Santo Tomás de Aquino por medio de las famosas “Cinco Vías”.
En el libro IV de «Las Crónicas de Narnia», dos niños, Scrubb y Jill, reciben la misión de rescatar al príncipe heredero de Narnia, Rilian, que ha sido secuestrado por una bruja y encerrado en sus dominios subterráneos. Allí, atado a una silla de plata y sometido a los hechizos de la bruja, el príncipe parece olvidar la existencia del mundo exterior. Los niños, con la ayuda del intrépido Bajo tierra luchan contra los argumentos de la bruja: si tengo que escoger entre un mundo con Dios y uno sin Dios, escojo el mundo con Dios. Porque aunque pueda ser más improbable, es mucho más hermoso.
Richard Dawkins es internacionalmente conocido por su propuesta de un “humanismo ateo”. No se trata de defender la validez del ateísmo: Dawkins da un paso más allá y argumenta que el hombre del s. XXI realmente feliz, culto y socialmente responsable debe ser ateo. Dios es una rémora que degrada a la persona humana y reduce sus capacidades. En este fragmento Dawkins hace un esfuerzo -insultantemente desinformado- por desmontar las demostraciones tradicionales de la existencia de Dios.
En este extracto de la encíclica Gaudete et exultate el Papa Francisco ofrece algunas notas de la santidad en el mundo actual. Están escritas para manifestar el amor a Dios y al prójimo, dados los riesgos de la cultura actual como la ansiedad nerviosa, la negatividad de la tristeza, la acedia cómoda, el individualismo y las falsas espiritualidades.
Chema Alejos es profesor de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria.
Fernando Muñoz es profesor de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria.
Gonzalo Barriga es director de Alumni UFV y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria.
Ricardo Franco dirige la sección de religión de el periódico digital El Debate.
Francisco J. García Esteo es profesor de Medicina de la UFV.
Juan Serrano es director académico de la ELU y Becas Europa y profesor de Humanidades en la Universidad Francisco de Vitoria.
Arturo Encinas es profesor de Humanidades en la Universidad Francisco de Vitoria.
Rocío Solís y Florencio Sánchez LC coordinan y dirigen el Instituto John Henry Newman en la Universidad Francisco de Vitoria.
Dos cosas aprendí de mi sed: que se parece mucho al dolor y que no se separaría de mí
– mi semejante, mi sombra, mi perro –
ni por toda el agua del mundo.
Alfonso Brezmes. Dos cosas
La vida es injusta, y quien vive en Disneylandia y cree lo contrario tiene muchas más papeletas para ser infeliz que quien menos espera de la vida. Otro irredento pesimista, Arthur Schopenhauer, tenía, a propósito de la tan traída y llevada búsqueda de la felicidad, una curiosa teoría: “Existe un error innato en la creencia de que hemos nacido para ser felices”, escribió él. “A quien persevere en idea tan absurda, el mundo le parecerá siempre injusto y lleno de contradicciones. Mucho puede ganarse en cambio, si a los jóvenes se les ayuda a erradicar la idea de que el mundo tiene todo para ofrecerles.”
Vivimos en un mundo en el que, para animarnos, se nos dice siempre que la vida es maravillosa, extraordinaria, sublime.
Carmen Posadas. Pesimistas 2.0. Periódico ABC 18-12-2017
El problema es que los deseos son como los espejismos, se desvanecen en cuanto uno los alcanza. Y es ahí precisamente donde esta cualidad humana tan útil y tan importante para la felicidad de las personas ha mutado, o peor aún, ha perdido toda su eficacia y encanto. Hoy en día nos hemos convertido en yonquis de los deseos.
Ya no se desea una cosa, sino que los deseos son infinitos. (…) Otro tanto ocurre con la felicidad. Ahora resulta que todo el mundo tiene la obligación, el mandato perentorio de ser feliz. Sin embargo, lo que no nos cuentan esos tontos libros de autoayuda que tanto repiten que uno puede lograr todo lo que se proponga, es que la felicidad también es un espejismo, siempre está un poco más allá.
Carmen Posadas. Deseo. XL Semanal 23-03-2020
Qué grande es el pensamiento de que verdaderamente nada se nos debe. ¿Alguien nos ha prometido nunca nada? Y, entonces, ¿por qué lo esperamos?
Cesare Pavese. El oficio de vivir
Lo que el hombre busca en los placeres es un infinito, y nadie renunciaría nunca a la esperanza de conseguir esta infinitud.
Cesare Pavese. Diario
Cualquier cosa que digas o hagas
tiene un grito dentro:
¡No es por esto, no es por esto!
Y así todo envía
es una secreta pregunta
el acto es un pretexto (…)
En la inminencia de Dios
la vida se abalanza sobre las reservas caducas
mientras cada uno se aferra a su bien que le grita: ¡adiós!
C. Rebora. Sacos de tierra en los ojos
SEÑOR de las galaxias más remotas,
las que no tienen nombre,
las que apenas existen;
Tú que gobiernas las Enanas Blancas
y las Supergigantes;
Tú que forjaste el asteroide oscuro
capaz de destruirnos con un roce;
Tú que detonas cada Supernova;
Tú que amontonas Agujeros Negros
en las pupilas ciegas de este Cosmos,
¿por qué esta margarita?
Daniel Cotta. «Dios de lo pequeño»
A veces, si te miro tan silenciosa, encima del desierto llano, que allá, en el horizonte lejano, cierra el cielo; o bien, con mi rebaño, seguirme poco a poco; o cuando veo arder allá en el cielo las estrellas, pensativo me digo: “¿Para qué tantas estrellas? ¿Qué hace el aire infinito, la profunda serenidad sin fin? ¿Qué significa esta inmensa soledad? ¿Y yo qué soy?
Giacomo Leopardi. El pastor errante del Asia
El no poder estar satisfecho de ninguna cosa terrena, ni, por así decirlo, de la tierra entera; el considerar la incalculable amplitud del espacio, el número y la mole maravillosa de los mundos, y encontrar que todo es poco y pequeño para la capacidad del propio ánimo; imaginarse el número de mundos infinitos, y sentir que nuestro ánimo y nuestro deseo son aun mayores que el mismo universo, y siempre acusar a las cosas de su insuficiencia y de su nulidad.
Giacomo Leopardi. Zibaldone
[…]
Deseos infinitos y visiones soberbias
crea en el pensamiento errante por natural virtud, docta armonía;
que hace errar por un mar delicioso, arcano
el espíritu humano, casi como por divertirse ardito nadador por el océano; mas si un discorde acento hiere el oído, en nada se vuelve aquel paraíso en un momento. Naturaleza humana, ¿cómo si tan frágil y vil en todo, si polvo y sombra eres, tan alto sientes?
Si noble aún
¿por qué tus movimientos y pensamientos
más dignos
son tan frágiles
que de tan bajos orígenes despierten y se apaguen?
Giacomo Leopardi. Cantos
Querida belleza, que amor lejos me inspiras, o escondiendo el rostro, a no ser que te muestres, sombra divina, en sueños, o en campos donde brille tenue el día y natura más dichosa.
Pero nada existe en este suelo que a ti se te asemeje, y si lo hubiese y en el rostro, los actos, las palabras te igualase, sería menos bello.
G. Leopardi. A su dama
¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego al levantarse, y, a su beso de lumbre, brillar las olas y encenderse el aire
¡Qué hermoso es tras la lluvia del triste otoño en la azulada tarde, de las húmedas flores el perfume aspirar hasta saciarse!
Qué hermoso cuando hay sueño, dormir bien y roncar como un sochantre y comer. y engordar, y qué desgracia que esto solo no baste!
Gustavo Adolfo Bécquer. Rima LXVII
¿Cómo se puede vivir sordo a las postreras, dramáticas preguntas? ¿De dónde viene el mundo, a dónde va? ¿Cuál es la potencia definitiva del cosmos? ¿Cuál es el sentido esencial de la vida?
No podemos alentar confinados en una zona de temas intermedios, secundarios. Necesitamos una perspectiva íntegra. (…) Y no es pretexto bastante para esa insensibilidad hacia las últimas cuestiones declarar que no se ha hallado manera de resolverlas.
¡Razón de más para sentir en la raíz de nuestro ser su presión y su herida! ¿A quién le ha quitado nunca el hambre saber que no podrá comer?
José Ortega y Gasset. ¿Qué es la filosofía?
Desesperado, entro en la Fnac a la caza de un libro que me salve la vida. Arrastro la desesperación desde la Casa del Libro y sigo con ella hasta La Central, la nueva tienda de los alrededores de Callao. Un libro que me salve la vida, pero del que no me haya hablado nadie todavía, que no haya salido en los periódicos. Que no se encuentre entre los diez mejores del año, quizá ni siquiera se haya publicado, aunque misteriosamente esté ahí, para mí, y nos reconozcamos al instante.
Con la desesperación intacta, abandono la zona y bajo al metro donde una pareja de adolescentes, junto a la máquina expendedora de billetes, se salvan la vida el uno al otro a cuchilladas, si sus lenguas fueran dos cuchillos.Eso es salvarse la vida con desesperación, me digo, mientras la máquina me da un sablazo. Ya en el tren, una mujer ecuatoriana observa con desasosiego la pantalla del móvil a la espera de una llamada, de un mensaje, de un WhatsApp que le salve la vida. Y estos que ahora entran a tocar la guitarra están pidiéndonos en realidad que les salvemos la vida. Arriba la gente hace cola frente a los establecimientos de Apuestas y Loterías del Estado para adquirir un décimo, otro, ahora el del Niño, que les salve la vida. Sálveme la vida, suplican a la lotera, pobre, que despacha la suerte ella misma con el agua al cuello, sin atreverse a gritar socorro por si el socorro estuviera contemplado en la Reforma Laboral como causa objetiva de despido.
Hasta los maniquíes de los escaparates, asmáticos perdidos, te piden con desesperación que les salve la vida. Me salve usted la vida, por favor, gritan disimulando el ventolín. Llevamos aquí desde las siete de la mañana o de la noche, desde la siete, insiste, y no me salva nadie de esta jodida ciudad de un millón de muertos, que decía el poeta.
Juan José Millás. Asfixia. El País 27-12-2012
La esperanza abre los ojos de cada persona cada mañana, como los comerciantes la persiana de su negocio. Todos los días abrimos los ojos porque esperamos algo. Porque en el fondo creemos que algo va a llegar siempre.
Jesús Montiel. Lo que no se ve
Hasta ahora nadie ha visto aves migratorias dirigirse hacia tierras más cálidas que no existen, o a ríos moverse entre las rocas y las llanuras corriendo hacia un océano que no se puede encontrar. Porque Dios no crea un anhelo o una esperanza sin tener preparada una realidad que la cumpla. Nuestro anhelo es nuestra certeza, y bienaventurados los nostálgicos, porque ellos volverán a casa.
Karen Blixen. Anécdotas del destino
Hay días en los que levantarse de la cama suelo terminar siendo más que un acto rutinario un gesto épico. Y no me refiero ahora a las resacas ni a que caigan chuzos de punta ahí fuera ni a que hayas roto con ella. Me refiero a cuando te quieren y hace sol y no te duele nada, a cuando tienes el mundo rendido a tus pies y no te basta.
Karmelo C. Iribarren. Mientras me alojo
La herida se ha cerrado definitivamente. Ya no te duele. ¿Qué te pasa, no era eso lo que querías?
Karmelo C. Iribarren. Aforismos
Y cómo puede ser, me digo, viendo pasar la vida hacia la playa, que, pese a las devastaciones inclementes que el tiempo nos inflige, no se amortigüe un ápice siquiera, no nos dé tregua un segundo, este incesante soñar con lo imposible.
Karmelo C. Iribarren. Verano cruel
¿Les pasa que, a veces, aunque todo esté bien, y el gato esté bien, y los padres estén bien, y los hermanos estén bien, y los primos y los tíos estén bien, y los hijos estén bien, y el trabajo esté bien, y los árboles del patio estén bien, y el jardín esté bien, y las macetas estén bien, y la comida esté bien y las ganas de cocinar estén bien, y los libros estén bien, y los poemas estén bien, y el sol que entra por las ventanas esté bien, y las plantas del balcón estén bien, y los pisos estén bien, y los amigos estén bien, y los bares estén bien, y el vino esté bien, y las calles y las cosas que hay en las calles estén bien, y los vecinos estén bien, y el barrio esté bien, y el clima esté bien y el auto recién lavado esté bien, y los recuerdos estén bien, y el cuerpo esté bien, y los óvulos y el esperma y el hígado y las glándulas y los isquiones y los fémures estén bien, y las canciones estén bien, y los viajes estén bien, y las paredes estén bien, y los cuadros estén bien, y las hornallas estén bien, y las ventanas estén bien, y el agua esté bien, y el pasado que nunca termina de pasar esté bien, y los pies estén bien, y las manos estén bien, y los ojos estén bien, y las sábanas estén bien, y el pan esté bien, y el desayuno esté bien, y la cena esté bien, y el amor y el dolor estén bien, y el perro esté bien, y todo esté bien, no les pasa que a veces descubren que tienen el corazón como un pedazo de carne atravesado por un anzuelo, la garganta llena de piedras, la vida pegajosa como lana húmeda, y se encuentran sin nada que querer, ni que decir, ni que esperar. sin nada? A mí me pasó. El otro día. Era jueves. Eran las cinco de la tarde.
Leila Guerriero. ¿Les pasa? El País
Vagaba por una ciudad inmensa, ajena, cantando a gritos una canción de Héroes del Silencio – “tanto vagar para no conservar nunca nada”- frenética y cardinalmente triste. En las noches, en las discos y los bares, mientras anotaba números de teléfono en mi camiseta, sudada de tanto bailar, pensaba, una y otra vez, ¿todo esto para qué?
El mundo era un lugar repleto de cosas que anhelaba con ferocidad, y todas estaban demasiado lejos, eran demasiado inalcanzables.
Leila Guerreiro. El tiempo. El País 27-12-2017
Corazón de pluma, para qué pierdes el tiempo”, decía la canción. “De andar y andar buscando verdades para encontrar siempre otra pregunta”. Y yo me preguntaba: “¿Qué es eso, que conozco tanto?
Leila Guerriero. Equivocada. El País 1/07/2014
¿De qué es ausencia esta ausencia, corazón, que de repente te llena?
¿De qué? Roto el dique, te inunda y te cubre toda tu indigencia…
Viene,
quizá viene, de fuera de ti un reclamo
que ahora, porque agonizas, no escuchas.
Pero existe, custodia su fuerza y su canto la música perpetua… Volverá.
Estate tranquilo.
Mario Luzi. Sotto specie umana
La promesa está en el origen, procede del origen mismo de nuestra hechura. Quien ha hecho al hombre lo ha hecho promesa. El hombre espera estructuralmente, es mendigo por estructura; la vida es estructuralmente promesa. Tuve cada vez más a menudo -me es penoso confesarlo- el deseo de ser amado. Un poco de reflexión me convencía cada vez de que este sueño era absurdo. Pero la reflexión era inútil, el deseo persistía; y debo confesar que persiste hasta la fecha.
Michel Houllebecq. Enemigos públicos.
«¡Ay! ¿Cómo colmar este abismo de la vida? ¿Qué puedo hacer? El deseo está siempre presente, más fuerte, más angustioso que nunca. Es como un incendio marino que con su llama llega a alcanzar lo más negro y profundo de la nada universal. ¡Es un deseo de abrazar las infinitas posibilidades!¡Ay señores! ¿Qué es lo que hacemos aquí? ¿Qué es lo que podemos ganar?»
Oscar Millosz. Miguel Mañara
Un desconocido es mi amigo, uno a quien no conozco.
Un desconocido lejano, lejano.
Por él mi corazón está lleno de nostalgia.
Porque él no está cerca de mí.
¿Quizá porque no existe?
¿Quién eres tú que llenas mi corazón de tu ausencia, que llenas toda la tierra de tu ausencia?
Pär Lagerkvist. Un desconocido es mi amigo
Eterna presencia:
No importa que no te tenga, no importa que no te vea.
Antes te abrazaba, antes te miraba,
te buscaba toda te quería entera.
Y me contentaba sentir que tus manos me daban tus manos sentir que a mis ojos les dabas presencia.
Lo que ahora te pido es más, mucho más, que beso o mirada:
es que estés más cerca de mí mismo, dentro.
Como el viento está invisible, dando su vida a la vela.
Lo que yo te pido es solo que seas
alma de mi ánima, sangre de mi sangre dentro de las venas
es que estés en mí como el corazón mío que jamás veré, tocaré, y cuyos latidos no se cansan nunca de darme mi vida hasta que me muera.
Lo que yo te pido es que la corpórea pasajera ausencia no nos sea olvido, ni fuga, ni falta: sino que me sea posesión total del alma lejana, eterna presencia.
Pedro Salinas. La voz de ti debida
Me parece a mí, oh Sócrates, y quizá también a ti, que la verdad segura en estas cosas no se puede alcanzar de ningún modo en la vida presente, o al menos sólo con grandísimas dificultades. Pero pienso que es una vileza no estudiar bajo todo punto de vista las cosas que se han dicho al respecto, o abandonar la investigación antes de haberlo examinado todo. Porque en estas cosas, una de dos: o se llega a conocerlas, o, si esto no se consigue, se agarra uno al mejor y más seguro entre los argumentos humanos y con éste, como en una barca, se intenta la travesía del piélago. A menos que no se pueda, con más comodidad y menor peligro, hacer el paso con algún transporte más sólido, es decir, con ayuda de la palabra revelada de un dios.
Platón. Fedón
“¿Para quién, mis manos trabajos? ¿Por quién se gasta la sangre de mi corazón? No obtuve una merced para mí”.
Poema de Gilgamesh
Nostalgia. Nostalgia, nostalgia. Pobrecilla la nostalgia. Nadie la comprende. (.) Y así, tan olvidada, y al mismo tiempo, tan manoseada, casi nadie se pregunta por qué está y por qué existe. (…) Y la pobre se queda ahí, muda, censurada, acallada, sin saber dónde posarse ni tener siquiera quien advierta que ella es síntoma, signo, melodía de una llamada a la que raras veces responde el corazón.
Pero ¿por qué? ¿Por qué nos quema en el alma? ¿Por qué existirá esa nostalgia? Existe. Y eso ya es un dato. Respetemos nuestra humanidad. Es nuestra alma.
Ricardo Franco. Nostalgia. El Debate (24/03/2022)
Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti.
San Agustín. Confesiones
«Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro».
San Juan de la Cruz. Llama de amor viva
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