Así fue la tertulia sobre el libro «Dios-La ciencia-Las pruebas»

El científico Olivier Bonnassies, uno de los autores del libro «Dios, la ciencia, las pruebas», participó el jueves 19 de octubre en una tertulia junto a Javier Galán, director adjunto al Grado en Biomedicina de la UFV y al P. Rafael Pou, LC, filósofo y profesor UFV, en el Salón de Grados de la Universidad. El profesor de Biotecnología UFV, Javier Sierra, ha sido quien ha moderado el acto.

¿La ciencia puede mostrar al autor del Universo?

A continuación, destacamos algunas claves que nos ha dejado el debate entre los principales invitados al acto.

De izq. a drcha. P. Rafael Pou LC, filósofo, Javier Sierra, moderador y profesor de Biotecnología UFV, Olivier Bennassies, científico y uno de los autores del libro, Jesús Colina, periodista, y Javier Galán, director adjunto al Grado en Biomedicina de la UFV.

1. ¿Materia y nada más?

Tras examinar 12 campos de la ciencia la pregunta es: ¿Existe Dios o no? En la historia de la humanidad, al principio todo el mundo cuando miraba al Universo era creyente al admirar su armonía, su belleza…, hasta que se desarrolló toda una corriente materialista desde los descubrimientos de Copérnico en adelante. 

Sin embargo, en el siglo XX la ciencia cambió su mentalidad y un gran número de científicos provocaron «cinco revoluciones»: la termodinámica, la relatividad, la cosmología del Big Bang, y el ajuste fino de la física y la biología.

Todos los descubrimientos del siglo XX tendrán un efecto en la sociedad y cambiarán la mente moderna porque tienen fuertes implicaciones. La balanza está totalmente inclinada hacia la existencia de Dios, hay un retorno y todo es convergente:

  • La primera ciencia que cambió totalmente el panorama es la termodinámica. El Universo arde como el fuego de una vela. Cuando se ve un fuego así, hay dos conclusiones: la primera es que en pocas horas se convertirá en cenizas; la otra es que alguien trajo la madera e hizo el fuego hace unas horas. Porque si este fuego estaba allí desde la eternidad sería cenizas desde la eternidad. Aplicando este principio de la termodinámica al Universo se comprende que estamos llegando a lo que se llama la muerte terminal, un momento en el que todas las estrellas se acabarán. Y si no estamos en este estado ahora es porque el tiempo en el pasado no es infinito.
  • Después de esto, Einstein hizo una revolución con la relatividad. Él explicó que el tiempo, la materia y el espacio están vinculados, ligados por ecuaciones. Significa que si estamos cerca del Sol el tiempo va más despacio que en la Tierra. Se descubrió que el Universo no puede ser estable, o crece o se reduce. 
  • Luego la famosa teoría del Big Bang decía que es posible un principio, pero si hay un principio hay Dios. El Universo se está expandiendo y al principio era muy pequeño, denso y caliente. Un Premio Nobel descubrió este fondo cósmico, el eco del Big Bang. Si se cambia la velocidad de la expansión del Universo en el primer momento del Big Bang no estaríamos aquí para hablar de esto. El Universo, por tanto, tiene un principio muy preciso.
  • Hace 60 años solamente, otros científicos descubrieron docenas de «sintonías» finas, como la fuerza de gravedad electromagnética, la velocidad de la luz, la masa del protón eléctrica… Muchas constantes que determinan nuestro Universo están muy afinadas. Y cada año están descubriendo otras nuevas sintonías finas, lo que es sorprendente. Asoma una gran pregunta: ¿Quién hizo esto? ¿Cómo puede ser así? 
  • Después de ver que es cierto en la física, también lo es en la biología. En el pasado constatamos que se pasa de lo inerte a lo vivo, pero no es un paso pequeño, sino muy grande, enorme. El ADN es un lenguaje muy tecnológico y para crear una célula no solo se necesita ADN, sino proteínas, cromosomas, ribosomas y otros elementos complicados. También hay un ajuste muy fino con el fin de que el Universo creara vida.

Es necesario imaginar la causa de este comienzo, que no está en la materia, ni en el espacio, ni en el tiempo. El pensamiento es simple:

 

«Solo hay dos explicaciones: la primera es que Dios es una inteligencia muy grande y crea este mundo especialmente para que funcione; la otra es imaginarse el multiverso y una gran lotería en la que nosotros somos los únicos ganadores.

Pero no uno ni dos universos paralelos, sino hasta 500. 

¿Somos el único Universo donde existe la vida y no hay problema?».

2. ¿Jaque mate?

Tal vez podamos empezar a discutir un poco sobre el concepto de prueba, porque yo mismo como científico experimental, cuando pienso en pruebas pienso en mi rutina diaria donde manipulo un sistema, diferentes parámetros, y luego puedo medir ciertas dimensiones, propiedades, con el fin de ver si mi hipótesis es cierta o no. Pero luego hacer este salto de gigante donde se puede decir que porque tenemos una evidencia experimental los datos son una prueba de la existencia de un Dios, al menos, desde el punto de vista experimental, es bastante atrevido. 

Mucha gente piensa que cuando decimos que tenemos una prueba de Dios es una demostración matemática, absoluta, pero no es el caso, porque la demostración matemática absoluta solo existe en un universo limitado. Si estás haciendo matemáticas tienes unos axiomas y a partir de ellos se deducen unas cuantas cosas que son seguras porque los axiomas son limitados. Igual que si se trata de ver si un hombre es inocente o culpable se reúnen pruebas sobre esta cuestión y nunca son absolutas. ¿Sus argumentos son convincentes, también convergentes, y conducen a la certeza? El 100% de las pruebas que se dan aquí no son pruebas absolutas. 

3. ¿Dónde termina la ciencia y empieza la filosofía?

Me hubiera gustado una distinción más clara y nítida en algunos puntos entre ciencia, filosofía y pensamiento. La ciencia apunta hacia Dios, pero al mismo tiempo hay que ser consciente de que cuando estudiamos la interacción de las partículas subatómicas estamos haciendo ciencia y cuando nos preguntamos por qué existen algunas partículas subatómicas o por qué existe el Universo estamos haciendo filosofía. No se pueden extraer datos científicos para hacer inferencias filosóficas. Sería mejor para distinguirlo una primera afirmación científica del Big Bang y una segunda afirmación filosófica de que el Universo en su conjunto requiere un curso suficiente, sobre todo, mirando el principio. Y una tercera afirmación, que ya no es filosófica, pero sí teológica, con respecto a la fe: un Dios personal.

Cuando la ciencia descubre algo los científicos siempre buscan cuál es la explicación, la causa, incluso cuando llega a descubrir cosas como el principio del Universo. Lo que estamos viendo aquí es que la ciencia, como un río, fluye de forma natural, y es natural la forma en que los científicos están tratando de resolver la cuestión, estudiar el efecto para encontrar una explicación. Se puede decir que la ciencia es una parte de la filosofía. 

Estaba pensando en Tomas Kuhn y su teoría sobre los paradigmas en la estructura de las revoluciones científicas. Solo hace unos años una filosofía de la ciencia empezó a decir que no podemos verificar de forma absoluta nuestras teorías científicas, solo podemos falsarlas y tal vez podamos ver los mismos datos con diferentes explicaciones. No creo que esto nos lleve al relativismo, pero tenemos que tener en cuenta la percepción de los datos. Tal vez estos están apuntando hacia determinada dirección y requieren abrazar otro paradigma. Creo que el libro trata de mostrar que todos estos datos científicos apuntan en la dirección de que Dios existe, pero no como prueba absoluta fuera de toda duda.

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