Así fue la jornada sobre la justicia restaurativa y el perdón

Si el mal está hecho, ¿se puede restaurar algo?

Con esta pregunta del programa, el P. Florencio Sánchez LC dio la bienvenida a la Jornada que comenzó el 14 de marzo para dar espacio al diálogo entre la víctima y el victimario de un delito terrorista: la víctima es herida, pero el victimario que produce esa herida también tiene una herida y se genera a sí mismo una nueva herida, de manera que si ponemos las dos humanidades en relación, ¿puede salir algo bueno? 

Clara Molinero, directora del Grado de Psicología y del Instituto del Perdón, nos lanzó el principal reto de la jornada: meternos dentro de la foto. Por su parte, Ester Pascual, directora del Grado de Criminología, matizó que no se trata de blanquear el delito ni moralizar la justicia, sino de restaurar la humanidad herida y preguntarnos si como sociedad seremos capaces de superar ese mal.

Lourdes Pérez, subdirectora El Diario Vasco: “Fueron pocos los lúcidos que tenían claro que matar no está justificado”

Vivió en un ambiente de exaltación de la izquierda abertzale y su primer trabajo en los 90 en la sección de política de El Correo estuvo marcado por una especial violencia. Confiesa que fueron pocos los que tenían claro que asesinar no tiene ninguna justificación. Miguel Ángel Blanco fue un punto de inflexión. Por primera vez un pueblo entero decía “en mi nombre no” y ETA no calculó que aquello jugaría en su contra. Manipulaban el lenguaje hablando de socialización del sufrimiento o lucha armada, hasta que el 20 de octubre de 2011 anunciaron el final. 

Esa tarde entró en el despacho de su director, que llevaba 17 años viviendo con escolta con un intento de asesinato, para darle un abrazo: Era un superviviente en la batalla de la verdadHa publicado “Déjame que te cuente» y “Del final del terrorismo a la convivencia”. Ahora nos lanza una pregunta: ¿Cómo encaramos el vacío que queda después de la violencia? Ella no quiere convertirse en alguien tóxico, porque nos estamos jugando la rehabilitación y hay que rescatar a quien tenga voluntad de ser rescatadoAlabó la entereza con que las víctimas hablan con victimarios que han querido salir de las tinieblas.

Isabel Urkijo, coordinadora Gesto por la Paz: “La actitud de la sociedad vasca dejó mucho que desear”

Los pasos que se daban en contra de ETA sufrían retrocesos cuando moría algún dirigente terrorista y al principio se sentía muy incómoda detrás de las pancartas de Gesto en las manifestaciones por la paz. Era señalarse en contra de la banda cuando “cuestionar a ETA significaba ser acusado de ser poco vasco” y la calle era suya. Lamentó que durante muchos años la sociedad vasca no tuviera un acompañamiento adecuado y diera por bueno el juicio de ETA sobre quien moría.

Gesto convocaba todos los lunes una campaña de sensibilización contra los secuestros, con contramanifestaciones para que desistieran: “Los insultos eran insoportables, había una tensión horrorosa”. La sociedad vasca se había acostumbrado al asesinato y reaccionar ante eso era muy difícil. Isabel concluyó que restaurar pasa por crear una memoria que deslegitime la violencia.

Maixabel y Luis, víctima y victimario de frente

Luis Carrasco: "Me sentía mal con lo que había hecho, llevo una mochila que es un peso enorme"

Ante un lleno espectacular del Aula Magna, Luis Carrasco volvió a encontrarse con la viuda de Juan Mari, a quien el  comando de ETA al que pertenecía asesinó en el año 2000. Recordaron el momento en que pidió encontrarse con ella en la cárcel de Nanclares en el marco de los encuentros de justicia restaurativa que lideraba Ester Pascual en 2011. Maixabel nunca dudó que tenía que hablar con él porque «Juan Mari también lo hubiera hecho».

El año pasado solo pudo leer un papel, esta vez Luis Carrasco conversó sobre cómo era su vida bajo una lógica de enfrentamiento en la sociedad vasca. Fue detenido en 2001 después de militar en ETA desde la década de los 90. Describió la prisión como un lugar muy duro en el que hay mucho dolor personal, también con mucho tiempo para pensar sobre su propia vida. Reconoció una evolución de introspección y autocrítica, y se volvió a preguntar a qué nuevos valores se debía. Los encuentros con las víctimas le parecieron una oportunidad para desarrollar sus nuevos pensamientos. 

Maixabel Lasa: "Escucharle me hizo entender el porqué, me sana ver que está arrepentido"

Maixabel vivía con dos escoltas cuando se encontró con Luis en la cárcel. Estaba tranquila, pensaba que se iba a sentar a dialogar con una persona que había hecho un camino personal de responsabilizarse del daño causado. Estuvieron casi 3 horas hablando. No sabía de Juan Mari casi nada y le repetía una y otra vez que era una «persona mala», pero ella sabía que estaba siendo valiente, le veía arrepentido y no lo volvería a hacer. De hecho, han seguido manteniendo relación, comieron juntos hace poco. 

Luis estaba nervioso, sabía que no podía darle la vuelta a lo que había hecho, sentía impotencia e incapacidad para transmitir sus sentimientos. Recordó que la «grandeza personal» de Maixabel se lo puso fácil y le dio «una lección». 

Maixabel salió como si se hubiera quitado un peso de encima, aunque no le gustaría estar en su pellejo por vivir con esa mochila detrás, que Luis definió, en medio de un gran silencio del auditorio, como un peso enorme que lleva siempre con él. Para Maixabel este acercamiento puede ser como una reparación, pues se ha recuperado la trayectoria de esta persona y eso la sana. «Vamos por el buen camino, creo en las segundas oportunidades».

Tras la intervención del filósofo Miguel García-Baró en la que ensalzó el papel de la libertad y la razón como elementos clave para que las hsitorias de justicia restaurativa se sigan dando, el P. Florencio Sánchez LC les dirigió a la víctima y al victimario unas palabras: «Maixabel, transpiras a Dios en tu corazón; Luis, no estás solo cargando la mochila, tienes una presencia ignorada de Dios que te va sosteniendo y aliviando». 

Sara Buesa: "Echo mano del amor que me conecta con la humanidad"

Cuando ETA asesinó a su padre Fernando Buesa estaba estudiando Psicología. Su experiencia profesional está unida a los procesos traumáticos por violencia y actualmente trabaja en el Ayuntamiento de Vitoria. 

Durante la dinámica con espejos que organizó con los asistentes explicó que la vida se teje de pequeñas cosas que nos llenan de sentido, aunque sigue intacto el recuerdo de aquel 22 de febrero. Hay preguntas que la interpelan ahora que recientemente su tumba ha sido profanada. Pero sabe que quien ella es lo conforma también lo que ha decidido hacer con su dolor: sembrar semillas de paz, tener una mirada compasiva, restaurar vínculos, trascender prejuicios, reconocernos unos en otros.

Durante la mañana del viernes 15 de marzo la profesora de Psicología de la UFV, Francisca Lozano, habló de mediación penitenciaria entre personas privadas de libertad, diálogos restaurativos basados en la reparación del daño en ejecución de condena, y mediación penal (VOM- Mediación Víctima-Ofensor) con el propósito de reparar. Así, la asimetría moral hace referencia a la responsabilización si hablamos de perdón.

El profesor del Grado de Psicología y Criminología de la UFV, David Roncero, informó del programa de terapia del perdón en prisiones que se está llevando a cabo en la cárcel de Estremera. ¿Por qué y para qué la terapia del perdón con personas encarceladas? ¿Es factible este tipo de terapia? La persona que comete un delito llega muy dañada (abuso, trauma, abandono, negligencia) y las investigaciones recientes asocian la terapia del perdón con el aumento de la empatía y la disminución de la ira. 

  • En el estudio de Wade y Kidwell, 2010, se concluyó que el perdón no sale solo, es decir, no es una respuesta natural, sino que supone tiempo y esfuerzo. Además, es necesario alentar la reflexión, empatía y humanización de quien ha dañado. 
  • En el estudio de Chapman y Chapman, 2016, se habla de una nueva corriente emocional positiva, la movilización del arrepentimiento y disposición a reparar, y un posicionamiento ético o moral de la persona que puede emitirlo, independientemente de la posición de la persona ofensora.
  • Worthington Jr. et al. (2010) diferencian dos dimensiones: el perdón para quien lo solicita y para quien lo puede conceder.
  • Rossner (2019) defiende que no tiene por qué ser algo explícito.
  • Enright (1996) en su tríada del perdón nos habla de la transformación del autoconcepto, identidad y autoestima.
  • Guerola, Prieto y Paniagua (2020) estudiaron la implicación de varios fenómenos y vieron que el elemento clave para el autoperdón es la conducta reparadora.
  • Suzuki y Jenkins (2020) observaron que la reincidencia disminuía con el proceso intrapresonal.

Junto a ello, el sentimiento de vergüenza tiene un potencial restaurativo poderoso y se maneja para que se convierta en reintegraiva (VR). Y respecto al perdón hacia uno mismo, la escucha de explicaciones resulta altamente efectiva. 

¿El perdón se puede entrenar?

Con el convencimiento de que el perdón puede entrenarse, las profesoras de la UFV, Saray Bonete y Paula Crespí, explicaron en la última conferencia de la jornada que se trata de devolver a otro el lugar que merece por ser persona, con el beneficio de que nos libera de las emociones negativas asociadas. La investigación lleva a afirmar que se trata de la alternativa más saludable en casi todas las ocasiones, aunque es cierto que dura mucho en el tiempo y no es automático. Hay distintas fases: conocer el valor inherente de la persona, identificar virtudes y ofensas, entender el sentido y el aprendizaje que conlleva… 

Identifica 5 cosas en las que te pareces…

¿Qué sentido ha podido tener el sufrimiento generado por esa ofensa:? Cambió mis metas, mi perspectiva de la vida, me abrió a nuevas relaciones, me hizo apreciar la belleza, tener mayor empatía, apreciar más el bien…

¿Qué beneficios has visto que puede tener perdonar? Acerca un mundo de paz, abandono del resentimiento, reducción de la depresión, incremento de la esperanza, aumento de la calidad de vida, renueva el propósito de la vida, mayor conexión con otros, repara las relaciones, alimenta otras virtudes…

En el cierre de la jornada concluimos que no se trata tanto de que dos personas quieran solucionar una situación en la que ha mediado un delito, sino solamente con que sea una de ellas la que tenga esa intención ya puede haber perdón, o restauración, o se puede liberar del peso causado por dicho conflicto. 

Galería fotográfica

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