‘La idea de Universidad’, con Manuel Oriol

Manuel Oriol

Editor de Ediciones Encuentro

La idea de Universidad*

Recientemente hemos publicado por primera vez la edición completa de la Idea de Universidad de John Henry Newman, en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria. Se trata de la primera edición completa, puesto que anteriormente se habían ya publicado sus dos partes, pero por separado y en editoriales distintas.

Un autor de gran actualidad

Para nosotros, John Henry Newman es, o San Enrique Newman habría que decir más adecuadamente, es uno de los autores más queridos. Hemos publicado muchísimas de sus obras y seguimos publicando muchas de sus obras que aún están inéditas en español. Nos interesa sobre todo porque se trata de un autor que, en gran medida, aunque vive en pleno siglo XIX, anticipa muchos de los temas que después el Concilio Vaticano II pondrá encima de la mesa y que siguen siendo hoy, en pleno siglo XXI, de total actualidad para la relación de la religión, el cristianismo de la Iglesia Católica, en concreto, con nuestro mundo.

Ya en su momento, el ambiente intelectual que se respiraba en la Inglaterra del siglo XIX, era un ambiente donde empezaban a predominar el agnosticismo, el relativismo.

Newman es un autor plenamente moderno, pero plenamente cristiano y en ese sentido, su obra es quizá uno de los mejores ejemplos de esa apertura de la razón a la que nos reclamaba Benedicto XVI.

El relativismo y la búsqueda de la verdad

Newman se encuentra en un ambiente donde el relativismo ya es muy fuerte, donde el cientificismo, la importancia de las ciencias como opuestas a la religión también es muy fuerte y su propia vida es un ejemplo de búsqueda de la verdad, sin tener en cuenta por encima de sus propios intereses o comodidades.

De hecho, su conversión al catolicismo supuso, una ruptura muy fuerte en su propia vida y una incomprensión no solo por parte de los anglicanos, de los que procedía, sino también de los propios católicos, que no acababan muy bien de entender su figura. Solo al final de sus días, cuando fue proclamado cardenal, de alguna manera supuso una cierta restauración de su figura, que había estado cuestionada durante muchísimo tiempo.

Temas relevantes en su obra

La figura de Newman anticipa muchos de los temas importantes que siguen siendo importantes hoy en día, como pueden ser la importancia de la verdad, la importancia también del valor de la conciencia, a lo que dedica un importante libro, sobre la razonabilidad de la fe. ¿Por qué es razonable para una persona moderna, para una persona de hoy en día, tener fe? En ese sentido él se aleja quizá de los de las posturas más tradicionales que insisten más en los en los argumentos intelectuales, filosóficos o teológicos. Intenta demostrar que la fe de la gente sencilla es plenamente razonable.

Otros temas que él trata son el desarrollo de los dogmas a lo largo del tiempo, la importancia del papel de los laicos, de la amistad, la relación entre fe y razón…

Sobre La idea de Universidad

 “La idea de la Universidad”, surge porque al poco tiempo de su conversión, que sucedió en 1845. La Iglesia irlandesa, con el apoyo del Papa, quiere crear una universidad católica en Irlanda y le encargan a él, le piden que la ponga en marcha y que sea su primer rector, como así fue.

Fue una etapa que duró ocho años y que podríamos decir, en cierto modo, que supuso un fracaso, puesto que aquel proyecto no llegó a cuajar del todo hasta quizá mucho más tarde, cuando se incorporó a otra institución, más allá ya de la influencia de Newman. Sí supuso un momento de reflexión profunda acerca de lo que significaba una universidad y una universidad católica. En ese sentido, el libro se ha convertido en un clásico, en un clásico de la educación universitaria en general y la educación universitaria católica en particular.

El saber como fin en sí mismo y la importancia de la religión

El libro tiene dos partes. En una primera que recoge los discursos que él dio cuando estaba todavía preparando la universidad y donde fundamentalmente destaca dos temas:

Por un lado, la importancia del saber por el saber, de lo que él llama y ha venido a llamarse, la educación liberal. Newman es muy crítico con la concepción del saber cómo algo puramente instrumental, utilitarista.

Muchas veces hoy también hoy en día vemos a veces reducida la universidad como un algo al servicio de intereses de la sociedad, o incluso de las empresas, o incluso de lo que el Estado quiere fomentar en cada momento. Newman habla de la importancia del saber por el saber.

El gusto por el saber se sostiene en la religión

Por otro lado, la otra gran pata, el otro gran aspecto de este libro es que este saber por el saber, que esta pureza, digamos ,de la de la de la formación, por el gusto del saber, solo puede realmente sostenerse desde la religión. Solo en la religión, en concreto el cristianismo, más en concreto el catolicismo, es posible el saber por el saber. Solo dentro de una universidad que no excluya la cuestión religiosa se puede dar un auténtico saber en el que todo, armónicamente, todos los saberes, encajen dentro de un horizonte más amplio. Es famosa en ese sentido la importancia de la defensa de la teología como una disciplina que debe también impartirse dentro de la universidad.

Para Newman, la universidad es sobre todo, una institución que debe cultivar el intelecto, que debe enseñar el conocimiento universal, como dije al comienzo. Y esos dos aspectos son lo que él más destaca. Por un lado, que debe enseñar, quizá la imagen de la Universidad de Newman es fundamentalmente docente. Él dice: – “¿Qué sentido tendría la universidad si no hubiera estudiantes?”

No excluye, por supuesto, la investigación. Pero él quizá en su momento entendía que lo prioritario debía ser precisamente la enseñanza, la docencia, la extensión del saber por un lado. Por otro lado, dice del conocimiento: – “Lo importante de la universidad no es tanto la formación moral, sino la formación intelectual, la formación de la persona.”

La influencia personal o cómo el corazón habla al corazón

De lo que se trata es de formar la mente para formar personas y solo dentro de la religión, este este intento de formar personas, encuentra su auténtica posibilidad de realizarse. Finalmente, como última nota, quizá lo que el método que él propone para que esto se lleve a cabo es lo que él llama la influencia personal.  No se trata tanto de hacer instituciones muy grandes o con grandes normas o con grandes sistemas educativos, lo importante es la influencia personal, algo que anticipa lo que fue su lema como Cardenal: Cord ad cor loquitur / El corazón habla al corazón.

Si realmente cambiamos, si realmente aprendemos, si realmente estamos dispuestos a formarnos, a crecer como personas, es siempre por la relación con otras personas que van delante, por con otros testigos, con otros profesores, con otros sacerdotes, con otras personas en general que nos testimonian que es posible vivir de otro modo y que influyen decisivamente en nuestra propia vida.

La propuesta de la educación universitaria de Newman sigue siendo, en ese sentido, a mi juicio, de plena actualidad y aunque por supuesto se pueden encontrar en esta obra muchos otros matices, sugerencias, intuiciones interesantísimas, quizá yo diría que lo más importante, lo principal de su de su mensaje en este libro, es estas tres ideas que he intentado resumir.

*Este texto es una transcripción del contenido del vídeo.

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