Que no faltaré a la verdad en ninguna cosa que diga.
Que esperaré siempre un poco más antes de reclamar nada.
Que no buscaré atajos para hacer más corto el camino.
Que no me daré razones para justificar mi soberbia.
Que empezaré cada día invocando tu nombre.
Que no subestimaré la capacidad de ninguno.
Que haré lo posible por honrar su memoria.
Que guardaré en lo profundo cualquier cosa que pidas.
Que sostendré con ternura cada mirada inocente.
Que ofreceré con pobreza de espíritu mi capacidad de escucha.
Que buscaré en cada historia un fragmento de vida.
Que sembraré en cada surco la esperanza del sí.
Que seguiré apostando por la posibilidad de un sentido.
Que no seré reacio al milagro que quieras obrar en mí.
