¿Sabes que un Fiat Marea puede costar 900 euros?

Paulina Nuñez

Profesora de Responsabilidad Social e investigadora de Ecología Integral

He de confesar que mi conocimiento sobre automóviles me permite diferenciar un camión de volteo de una MiniCooper y tan ricamente que voy con esa información bajo en sello de «Suficiente». Así que me sorprendió mucho que el algoritmo en Instagram me lanzara hace meses la cuenta de un chico de Barcelona que en unos días empezaría un viaje en un Fiat Marea de 900€ desde Barcelona hasta Japón, aún así, algo del caso picó mi curidad. Y ahora, soy parte de esos más de millón de personas que cada día me alegro, me preocupo, avanzo unos kilómetros con nuestro protagonista, Fabio (más seguidores de @volatadipeluca, manifestaros, que habrá que celebrar). 

Ahora bien, aunque ha sido interesante saber que los coches requieren pasaporte, que mejor no llevar antistamínicos sin receta a Rusia, y que el precio del combustible en Turkmenistán, lo que realmente pilla el corazón y permite una atención mantenida, que el algoritmo transformará en el ¿bendito? engagment, es el viaje, la aventura lenta y personal (que no no-compartida). Alguien, pero alguien de verdad, ha salido y nos cuenta cómo son esos otros, qué comen, cómo duermen, qué les da curiosidad… Nos atrae el lanzarse para ir a más.

Ahora que recién dejamos atrás cantidad de ceremonias de graduación en las que solo había alumnos únicos e irrepetibles, individuos de verdad, experimento la misma alegría por que ellos y sus familias también se han lanzado a un viaje, más o menos lento, donde también se han acercado a unos «otros» de los que sin duda habrán tenido mucho que contar, mucho que aprender, y fueron, como dijo Unamuno «los demás de los demás». 

Yo daría al valiente Fabio y su incansable Fiat Marea un ¡gaudeamus igitur!, y a los alumnos, familias y colegas profesores un sentarnos a tomar una caña, sonreír y decirnos, ¡vaya viaje que hemos hecho!, ¿qué te pide el corazón ahora? 

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