“Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de los Cielos” (Lc 9:62)
Estos días de principio de año recibí un paquete sorpresa con fotos de infancia, agendas y cartas de mi adolescencia. En vez de alegrarme, ha sido como recibir un golpe empolvado del pasado: relaciones que no han crecido o han desaparecido, proyectos soñados que nunca han prosperado o personas queridas ya fallecidas, y todo lo demás envuelto de mucha nostalgia.
El presente es lo que tenemos. Y no sólo eso, es lo mejor que tenemos. Es la oportunidad de volver a empezar cada día con una mirada renovada, dándose la posibilidad de apasionarse por nuestra realidad personal. Porque con el corazón puesto en ella, vida aburrida no hay ninguna. Hay tanto que amar, hacer, mejorar, luchar o conocer. Puede que con frecuencia no seamos capaces de soltar amarras y vivamos anclados en lo que pasó hace 10, 20 años o quizás más.
En la Edad Media se utilizaba la expresión “en el año de gracia 2023”. De gracia, es decir, regalado, gratis, ¡de gorra! Así que, podemos volver a levantarnos y buscar la belleza de este nuevo día porque “el pasado a la Misericordia, el presente al Amor y el futuro a la Providencia”… Suena bonito, pero para otros, ¿verdad? A menudo nos hemos cansado de lo que somos y de haber fracasado múltiples veces. Ya muchos no creen en las segundas oportunidades. Pues diría que con mucha razón, ¿por qué hay que hablar de segundas y no de terceras, cuartas, etc.? Que sean todas las necesarias porque:
¿Cuántas veces puedes levantarte cuando te caes y te has quedado allí, mordiendo el polvo?
70 veces 7
¿Cuántas veces puedes volver a mirarte al espejo cuando piensas que has fallado a los demás y a tí mismo?
70 veces 7
¿Cuántas veces pueden tocarte las heridas sin que se abran de nuevo?
70 veces 7
¿Cuántas veces puedes volver a llamar a la puerta que permanece cerrada sin perder la esperanza de que se abra algún día?
70 veces 7
¿Cuántas veces puedes despegar la mirada del suelo para mirar de frente y si acaso también hacia Arriba?
70 veces 7
¿Cuántas oportunidades tienes para buscar un sentido a lo peor de tu vida?
70 veces 7
¿Cuántas sonrisas puedes esbozar para borrar tus muecas de dolor o de desasosiego?
70 veces 7
¿Cuántas veces puedes pedir perdón y sentir que es posible que te lo concedan?
70 veces 7
Siempre.