Madonna ha ofrecido una entrevista de más de dos horas tras nueve años de silencio. No ha hablado de su próximo disco, ni de su trayectoria musical ni de su vida de provocaciones continuas. Son dos horas en las que desnuda su corazón hablando de cómo la cábala ha transformado su vida y está abierta a la transcendencia. Me ha enganchado desde el inicio y creo que merece una segunda escucha. Aunque detrás de todo esto está la venta de un curso de enseñanza cabalística con su maestro Eitan Yardeni.
Casi todo lo que ella indica que ha aprendido en la Cábala, en cierto modo y con otra terminología y matices, yo lo identificaba en mi vida cristiana (el perdón, vivir el presente, el silencio, la conciencia, la providencia, vocación…). Ella es hija de padres católicos, sin embargo, explica que se alejó de la Iglesia principalmente porque su padre se lo transmitió como un dogma que no daba razones de la fe. Si el cristianismo fuera así, yo tampoco me conformaría con cualquier respuesta porque el corazón de toda persona es exigencia de verdad, de sentido, de plenitud…
Esto me ha interpelado profundamente. Primero me ha movido a dar gracias porque mi aproximación a la fe siempre ha estado acompañada de personas cercanas que me han explicado el sentido de todo y me han impulsado a no dar nada por supuesto. Nunca me he quedado sin respuestas razonables que tampoco han agotado la revelación del Misterio. En segundo lugar, si el logos se ha hecho carne, una forma de tomar el nombre de Dios en vano sería transmitir la fe eliminando precisamente su logos y reducirlo a creencia, superstición o fe ciega. “Las cosas son así y punto”. No dar razones de nuestra fe o reducirlo a un credo donde la razón no tiene parte atenta contra la propia forma de revelación.
Y, por último, qué fortuna tenemos los que alimentamos nuestra vida espiritual desde la experiencia cristiana porque, estando frente al abismo insondable del cosmos y del Creador, no estamos solos. En la entrevista se percibe como una soledad frente al Eterno. Nosotros, en cambio, estamos acompañados y guiados por una Presencia real y carnal, Jesús de Nazaret.
Gracias Madonna por exponerte y descubrirme la sabiduría que esconde la Cábala, (quizá hasta me haga el curso y todo) pero la experiencia del ciento por uno exponencial, gratuita y llena de Sentido, por ahora sólo lo he encontrado y vivido en la Iglesia. Y esto sí que cumple el anhelo del corazón, en todos los sentidos, en el Sentido.