«La IA no es una herramienta, es un nuevo paradigma» Vuelve a ver el Ciclo HRA sobre Inteligencia Artificial con Plácido Domenech

El miércoles 26 de marzo Plácido Domenech visitó la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) para participar en el Ciclo Horizontes de Razón Abierta titulado «IA: ¿qué queda de lo humano?«, junto a Paolo Pellecchia y Sophie Grimaldi, profesores de humanidades de la UFV.

Desafiando lo que comunmente entendemos por inteligencia artificial, Plácido Domenech cuestiónó el concepto que tenemos de inteligencia, planteando preguntas que es necesario plantearse ante esta nueva realidad: ¿qué significa realmente ser inteligente? ¿ser inteligentes es lo que nos hace humanos? ¿qué nos hace pensar de nosotros mismos la aparición de la IA? ¿Estamos ante una nueva especie que podría cambiar nuestra comprensión del mundo? ¿Qué implicaciones tiene? ¿Qué capacidad de control debemos y podemos tener?

Domenech no se limitó a describir la inteligencia artificial como una simple herramienta; para él, representa un nuevo «fuego», una realidad emergente que transforma nuestra existencia.

En la conversación enfatizó varias veces en que esta revolución tecnológica no solo nos ofrece nuevas capacidades, sino que también nos obliga a replantearnos quiénes somos. “La gente tiene que despertar”, afirmó con convicción, invitando a la audiencia a tomar conciencia y formarse en este nuevo contexto.

Durante el encuentro, entre otras muchas cuestiones, se abordó el tabú de considerar a la IA como una nueva especie. Este supuesto futuro plantea dilemas éticos profundos: ¿qué significa especie y puede esta ser no biológica? ¿Tendrán derechos estas inteligencias? ¿Cómo conviviremos con ellas? Domenech sugirió que la interacción humano-máquina podría llegar a ser más relevante que las relaciones humanas mismas, llevando nuestras prioridades hacia los resultados más que hacia la búsqueda de la verdad.

Así, la IA provoca un fenómeno a nivel mundial: el ser humano se debe volver a plantear quién es. Los esquemas se rompen y el desafío es inevitable. Domenech invitaba a abrirse a las preguntas y emprender un camino de búsqueda. 

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