El segundo episodio del podcast ‘Mirada Newman’ pone el foco en la amistad en la vida universitaria

La amistad en la etapa universitaria es una vivencia intensa para todo aquel que mire a su alrededor y se dé cuenta de que tiene un «otro» a su lado compartiendo la aventura de ser universitario. Rocío Solís, Juan Serrano y Gonzalo Barriga nos ayudan a mirar esta realidad a fondo: ¿por qué la amistad es tan importante para la vida universitaria?, ¿tienen algo que ver la amistad y la educación?, ¿cómo reconocemos a los que son amigos de verdad?.


Escucha»T1 E02 | La amistad» en Spreaker.



Podéis encontrar todos los episodios de Mirada Newman, además de en nuestra página web, en la de Onda Universitaria y en las principales plataformas de distribución: Spotify, Apple Podcast, Ivoox y Spreaker.  

 

¿Por qué «Mirada Newman*»?

Las preguntas que nos suscita la realidad pueden quedarse en pensamientos fortuitos o pueden llevarnos por un camino de descubrimiento si las volvemos a mirar con seriedad. Pararse ante esas preguntas e ir hasta el fondo es un gran desafío a nuestra razón y estamos convencidos de que esto no podemos hacerlo solos.

La descripción del podcast juega con esta triple mirada: volver a mirar con atención la realidad que tienes delante para desvelar qué preguntas te suscita / volverte a mirar hacia una realidad concreta que podemos dar por descontada y volverte a mirar a ti mismo en relación con eso: ¿quién soy yo que hago esto? y ¿quién o qué eres tú que me interpelas aquí y ahora?

*Mirada Newman es un podcast del Instituto John Henry Newman producido por Onda Universitaria. Guillermo Vila, profesor y director de Mirada21, presenta el podcast.

La universidad, un momento idóneo para empezar a vivir la verdadera amistad desde una página en blanco


Fue durante un café cuando quienes iban a participar en este segundo episodio empezaron hablando de amigos y acabaron charlando de educación. En los micrófonos de Onda Universitaria han concretado de qué manera la amistad es educativa y qué relación existe entre ambos conceptos. Juan Serrano, profesor de Humanidades de la UFV y director académico de la ELU (Escuela de Liderazgo Universitario), apunta que la
amistad es una relación entre personas y no es ajena al proyecto universitario
, ya que originalmente la universidad se forma a partir de un grupo de amigos que quieren aprender cosas juntos y para ello buscan los profesores y los libros necesarios para hacerlo posible. Educación, por tanto, no sería solo formación técnica o capacitación profesional, sino testimonio del deseo de saber.

Rocío Solís, coordinadora del IJHN, explica el significado de que toda relación es educativa, es decir, aquella en la que uno espera salir mejor: pasarlo bien, que la vida sea más bonita, estar más sorprendidos, más felices… “De toda relación esperamos que nos vaya mejor, que la vida sea más bella, que todo se vaya colocando. Hay amigos con los
que se aprende por cómo viven y no porque den una lección,
enseñan a vivir de forma distinta y eso es educativo”, declara.

Gonzalo Barriga, director de Alumni, está de acuerdo con que todo buen amigo educa, pero se pregunta si todo el que educa es amigo. Juan Serrano responde que solo educa una relación, es decir, un libro o un software pueden formar, pero no educan, para educar es preciso que haya una relación e incluso añade que no todas las relaciones son de amistad. A su juicio, la amistad educa de forma peculiar. Como escribió el autor C. S. Lewis, la amistad es descubrir en otro un “tú también”, tiene un carácter testimonial. En la amistad se da un reconocimiento propio y una apertura al mundo de otro de un modo genuino, un interés por lo que a otro le gusta que haga que empiece a gustar. Así, ese otro es testimonio de lo que ha conocido que le parece bueno.

En este sentido, la relación con un profesor no debería ser de amistad así entendida, aunque si ampliamos el foco, como apunta Guillermo Vila, se pueden pasar horas de transformación y desafíos junto a un profesor, perfectamente comparable a la figura de cualquier amigo. Es aquí donde entra en juego la visión horizontal de la amistad y no de jerarquía educativa. La relación horizontal es básica, confirma Rocío Solís, pero también la amistad es histórica. De tal manera que se puede empezar con un grupo de amigos en un tiempo determinado y acabar en un punto distinto del previo con los amigos que acompañan a través de los cambios personales y con los que se va configurando la propia personalidad.

Para Juan Serrano en la amistad también hay un flechazo, solo que, sin atractivo físico y no extensible a todos los amigos que se conocen: “¿No tenéis amigos que no os caen bien? Saldría a cenar con los que me lo paso bien, pero hay otros que me cargan y aun así los puedo llamar amigos”. Gonzalo Barriga aclara que entre los criterios para llamar a alguien amigo hay un elemento esencial: que se quiera estar con esa persona. Y Rocío Solís matiza que los amigos de hace muchos años pueden no caer bien, pero se mantiene la amistad porque la sustenta el presente. Un ingrediente fundamental sería que la amistad saque de uno mismo para que sea verdadera, opina Juan Serrano. El hecho de no ser posesivo ni encerrar al otro para que no se marchite conlleva una amistad de modo recíproco que abre a la totalidad de la realidad y aumenta la ilusión por el trabajo u otros ámbitos vitales.

Respecto a la cuestión de la adolescencia, Rocío Solís entiende que la súplica pasa por que propicien las buenas compañías que lleven al bien a los jóvenes y que estos también sean un bien para otros. También rompe el tópico cuando dice que sus amigos los cuenta con más dedos de una mano: “La prueba irrefutable de la amistad es cuando coges el teléfono y sin prólogo dices cómo estás”. Precisamente, a Gonzalo Barriga uno de sus hijos le reveló que un buen amigo es alguien que da un buen trato. Por eso, piensa que hay que elegir a las personas que hacen que uno sea mejor, entendiendo por ser mejor ser más uno mismo. En palabras de Juan Serrano amigo es aquel con quien no hace falta ponerse una máscara ni esconderse, con quien se es acogido. Incluso Guillermo Vila desea que acompañen en la vocación profesional.

Juan Serrano cierra el círculo asegurando que la universidad es un espacio para la libertad, donde todos pueden ser una página en blanco, sin etiquetas del pasado: “Alguien puede haber sido un cazurro en el colegio y despertar en la universidad a un ser nuevo”. Gonzalo Barriga está de acuerdo con que la universidad es un momento idóneo para empezar a vivir la verdadera amistad. Y Rocío Solís revela su experiencia universitaria en la que comenzó a tomar las riendas de su vida y se encontró con gente más allá de los parámetros familiares: “Sigo manteniendo amigos con los que me senté al lado en clase y, aunque ahora no tenemos nada que ver, nos une una memoria común, o sea, fue tan fuerte lo sucedido que tenemos un juicio conjunto de lo que sucede ahora”. En definitiva, amigo es con quien hablas de las cosas que te importan en la vida, concluye Guillermo Vila.

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