Para el ingeniero de Caminos, Guillermo Heras, ha habido una intencionalidad en un objeto solo descifrable del siglo XX en adelante. Se trata de un documento que habla de la relación de Jesús con la materia, del amor que transforma la estructura material.
Síndone y Sudario, que no han coincidido en su recorrido histórico, tienen una enorme concordancia científica: “No puede ser otro que Jesús de Nazaret a quien envolvieron”.
En criminología bastan 12 puntos de coincidencia para identificar al culpable de un delito y solo 8 para convencer a un juez. En esta investigación hay más de 12, y más de 50 concordancias entre Síndone y Sudario.
Alfonso Sánchez se unió como médico forense a la investigación dado que había un material textil con restos de sangre. Con lo que no contaba era con poder concluir que cubrieron al mismo cadáver, ya que el grado de compatibilidad entre ambos lienzos resulta elevadísimo.
La primera MasterClass del doctor en Bellas Artes, Juan Manuel Miñarro, sobre el puzle de la Síndone y el Sudario le quitó el sueño unos cuantos días: nunca podría haber imaginado que sin imagen en el Sudario se pudieran sacar conclusiones tan extraordinarias.
Se comprometió con la reconstrucción de un retrato alternativo al de la Síndone. En su metodología respetó la proporción geométrica de los rasgos faciales y usó la antropología física para evitar el capricho y provocar la armonía, de manera que no superpuso manchas, sino aspectos estables.
El ingeniero técnico químico, Felipe Montero, ha tenido bajo su microscopio durante casi 33 años el lienzo que se venera desde el 711 cuando Alfonso II mandó conservar la reliquia.
Se considera “un hombre de bata” y el día que cortó una muestra minúscula del borde superior dio comienzo a una investigación que daría un vuelco a su carrera de ingeniero en una compañía eléctrica.
En el turno de preguntas, Guillermo Heras profundiza en aquello que la ciencia no entiende, pero está ahí: si los dos lienzos corresponden a la misma persona, ¿cómo se puede saber si esa persona es Jesús? La Síndone llamó la atención al equipo americano de investigadores por no conseguir explicar la generación de la imagen en 3D, ya que no fue por contacto. El Sudario tiene una historia distinta y la única posibilidad de que ambos cubrieran a la misma persona es que estuvieran en la tumba de Jesús.