
La libertad y la página en blanco
¿Quién es más libre, el que revolotea en la indefinición y nunca termina de decidirse –a lo mejor porque no quiere ‘atarse’, ‘encadenarse’–, o quien mantiene la palabra dada a lo largo del tiempo, renunciando así a otras infinitas posibilidades que no serían malas, pero que no son esa?
