Y tú, ¿qué ves en lo cotidiano?
Los niños son muy previsibles. Se quejan cuando tienen hambre, lloran si les quitas un juguete, se sienten seguros si les abrazas… Sin embargo, hay momentos -de gracia o desgracia- en los que salen del esquema esperado y rompen toda anticipación posible, bien para hacerse una brecha de 10 puntos,