LA SÁBANA SANTA – EXPOSICIÓN PERMANENTE UFV

¿QUÉ DICE LA CIENCIA?

2. La Síndone es tridimensional

A finales de los años 70, los doctores John Jackson y Eric Jumper crean el Proyecto de Investigación sobre la Síndone de Turín, conocido por sus siglas en inglés STURP (Shroud of Turin Research Project). El proyecto está compuesto por un equipo de científicos, norteamericanos en su mayoría, y varios de ellos de instituciones dependientes de la NASA.

El interés por la Sábana se originó a partir de un descubrimiento inesperado: investigadores del equipo STURP constataron que la impronta del hombre de la Síndone tenía información tridimensional. 

El método VP-8 utilizado por la NASA que descubrió la tridimensionalidad

Al colocar una fotografía del rostro de la Sábana en el analizador de imagen de la NASA VP-8, apareció ante sus ojos un relieve perfectamente coherente con el de un rostro humano de tres dimensiones.

En aquellos años la NASA estaba obteniendo las primeras fotografías tridimensionales de Marte. La sonda espacial «Mariner» no realizaba fotografías normales sino tomadas con haces de luz ultravioleta. En estas, el tono de gris de cada punto se corresponde exactamente con el relieve fotografiado: cada punto es más claro u oscuro según esté más próximo o alejado de la máquina. La exactitud del método es tal que el VP-8, empleado por el Jet Propulsión Laboratory de la NASA, mostraba en la pantalla del ordenador una imagen con tres dimensiones perfectamente ajustada a la realidad.

Si aplicamos el VP-8 a una foto normal da un relieve irreal. Las fotografías normales no tienen esa información tridimensional. En una foto normal la oscuridad no se corresponde con la profundidad, sino que está relacionada con las sombras arrojadas y la dirección de la luz, por eso el VP-8 produce grandes errores. El relieve aparece aplanado y deforme. Sorprendentemente, la imagen de la Síndone es tridimensional. 

¿Qué descubrieron?

En la impronta de la Síndone existe en cada punto una relación matemática entre la intensidad de la huella y la distancia del cuerpo al lienzo. Los estudios realizados por los americanos permitieron conocer que las huellas son más o menos densas según el relieve del cuerpo; por eso el ordenador puede reconstruir ese relieve dándole la vuelta a la ecuación.

También descubrieron que no es una imagen hecha por contacto. Una imagen producida por contacto daría una huella muy intensa, pero plana en los salientes del cuerpo y nula en las zonas entrantes. El hecho de que la intensidad de la imagen no sea cero en los puntos del cuerpo que no han tocado la tela excluye la posibilidad de una huella hecha, simplemente, por contacto. A continuación, mostramos dos pruebas que se realizaron a partir del descubrimiento de la tridimensionalidad:

El Dr. Dennis Gabor, físico húngaro, inventó la Holografía en 1947, y en 1960 el Dr. Theodore Mainman desarrolló el primer rayo láser que posteriormente tuvo muchas aplicaciones en la Holografía, ambos científicos recibieron el Premio Nobel.

A partir de estos avances, el profesor Peter Soons, médico especialista en tratamientos de imágenes 3D y hologramas, junto a un equipo de expertos, produjeron hologramas de la Sábana Santa basados en la información tridimensional.

2.1. Jornadas de observación directa: 4 días completos para observar el Lienzo

El equipo STURP logró autorización para examinar durante 120 horas seguidas el Lienzo, del 9 a 13 de octubre de 1978. A tal efecto se desplazaron 72 cajas del material más moderno y sofisticado que se tenía entonces, desde varios laboratorios norteamericanos al Palacio Real de Turín.

La mayoría de los científicos del STURP se desplazó a Turín a las Jornadas de Observación Directa. También se contó con ayuda de otros laboratorios para análisis concretos. En el último momento, el arzobispado de Turín permitió a un grupo italiano tomar algunas muestras antes de que los americanos empezaran. Max Frei, fundador del Centro de Investigación Científica de la Policía de Zurich y uno de los más afamados especialistas de la INTERPOL en aquellos años, participó de este primer grupo. 

Una mesa-soporte magnética donde realizaron más de 300 experimentos

El Dr. John Jackson, físico y unos de los creadores del STURP, repasa con el resto de su equipo el orden de los análisis extendiendo la tela sobre la mesa-soporte. Se trataba de una mesa magnética, basculante, que había sido realizada expresamente para la ocasión por la Nuclear Technology Incorporated. Sobre ella se iniciaron más de 300 experimentos físicos y químicos a los que se sometería el Lienzo. 

Samuel Pellicori, físico óptico del STURP y proveniente del Instituto de Investigación de Santa Bárbara, realizó un examen del rostro de la Síndone con un microscopio binocular adaptado para visión vertical.

Toma de muestras

La primera vez que se pudo ver el reverso del Lienzo fue en 1978. Al descoser su forro, se comprobó que la imagen es totalmente superficial y que la tela mantenía una elasticidad muy buena. Las manchas de sangre fueron lo único que traspasó el tejido

Se observan restos de tejido epitelial y partículas de tejido muscular correspondientes a la zona de la espalda. No se han encontrado indicios de que el cadáver se hubiera corrompido, pero el análisis permite descubrir piel de varón y partículas de carne. El microscopio descubre enorme contaminación (pólenes y todo tipo de restos inorgánicos propios de un lienzo antiguo). Entre los  restos de contaminación encontraron entre las muestras que no dejan lugar a dudas: este Lienzo ha servido para amortajar a un hombre.

Técnicas utilizadas

2.2. Estudios hematológicos

La hematología es la rama de la medicina que se encarga del estudio de las células de la sangre y sus precursores.

Un hematólogo de reconocido prestigio, judío y no perteneciente al STURP, el Dr. Alan Adler, del Western Connecticut Institute, fue tajante tras determinar la naturaleza hemática de las manchas

John Heller, del Instituto de Nueva Inglaterra, y J. Janney, del Laboratorio Científico Nacional de Los Álamos, durante el examen químico de fibras sindónicas realizaron otro examen químico. Heller fue plenamente coincidente con la opinión de Adler: no había duda, era sangre. 

A continuación, mostramos algunos de los estudios que se realizaron:

2.2.1. Características de la impronta

 

Superficialidad. La imagen está esencialmente constituida por una degradación de la parte más extrema y somerísima de las fibras del lino en el tejido de la Síndone. No ha penetrado ni siquiera un tercio del grosor de los hilos.

Ausencia de pigmentación. No hay traza alguna de pigmento en la imagen. El origen de su formación no es ni tinte ni pigmento. Está comprobado, por tanto, que no es una pintura.

Ausencia de direccionalidad. El proceso responsable de la formación de la imagen actuó de una forma no direccional, es decir, no aparece aquí esa inevitable marca personal de dirección que imprime una mano en sus pinceladas.

Negatividad. La imagen de la Síndone es un negativo óptico y por ello resulta comprensible a nuestros ojos cuando se invierte su claroscuro en el negativo fotográfico (negativo fotográfico de un negativo = positivo visual). Solo entonces adquiere la impronta un aspecto real y detallado.

Tridimensionalidad. Es la más sorprendente de todas las características. La intensidad de la imagen varía en función de la distancia de la tela al cuerpo. Su relación matemática es tan precisa que resulta imposible a los científicos construir una réplica tridimensional del hombre de la Síndone.

Pormenorización. La impronta es extraordinariamente detallada según el estudio médico legal de las heridas. Así, por ejemplo, no solo son perfectamente identificables las contusiones producidas por los azotes, sino que dentro de estas contusiones se pueden apreciar también diminutos arañazos desgarradores dejados por el flagrum romano.

Estabilidad térmica. La imagen no ha sido alterada por el calor. La porción de la misma que estuvo más cerca de las quemaduras producidas por el incendio de 1532 presenta un colorido idéntico al de la imagen presente en las porciones más alejadas de las llamas.

Estabilidad hidrológica. La Síndone quedó empapada de agua durante la extinción del incendio de 1532, pero la imagen no parece haber sido afectada por ella. No hay diferencia con las porciones que no se mojaron.

Estabilidad química. El colorido pardo-amarillo que forma la imagen no puede disolverse, decolorarse o alterarse mediante reactivos químicos. Esto es consecuencia de que el color es fruto de la degradación de la celulosa.

2.3. Conclusiones de los estudios

Hasta ahora ninguna de las teorías científicas pueden explicar todas esas características. Los miembros del equipo STURP, antes de publicar en 1981 el informe final sobre la imagen, dedicaron más de 150.000 horas de estudio al tema y cotejaron las diversas teorías formuladas con las características citadas. 

Si pudiéramos hacer que un cadáver emitiera en una fracción de segundo una radiación de altísima energía y que esta pudiera ser perfectamente controlada obtendríamos una huella con todas las características requeridas. Sin embargo, esto no se ha logrado, la conclusión desde el punto de vista científico es que estamos ante una imagen que no se ha podido explicar ni por causas naturales ni artificiales.

3. Estudios recientes

3.1. Proceso de restauración de la Síndone 

Fue una comisión de científicos quien sugirió la restauración de la Síndone, así como su preservación extendida, no ya enrollada. Un trabajo considerado necesario porque, con el paso del tiempo, las tensiones de las costuras estaban haciendo que los pliegues de la tela fueran cada vez más profundos. También porque los residuos orgánicos podían convertirse en elementos de riesgo para la conservación de la tela.

Entre los meses de junio y julio de 2002, en la sacristía nueva de la Catedral de Turín, la profesora Metchild Flury-Lemberg, experta en textil, y su equipo, llevaron a cabo un proceso de restauración de la Síndone. Incluyó distintos procedimientos:

  • Descosido de la tela de su anterior tela de soporte.
  • Eliminación de los “parches” o remiendos aplicados por las clarisas sobre las quemaduras causadas por el incendio de Chambéry (1532).
  • Sustitución de la “tela de holanda”, a la cual se había fijado la Síndone en 1534, por una nueva. La tela de holanda fue una tela que pusieron las Hermanas Clarisas para darle mayor consistencia después de las quemaduras que sufrió en el incendio de 1532 en Chambéry.
  • Grabación de espectros de reflectancia UV-VIS, espectros de fluorescencia y espectros de Raman.
  • Escaneo digital completo del lienzo por ambos lados.
  • Realización de una nueva serie completa de fotografías por Giancarlo Durante.

Todos los elementos eliminados, así como los elementos depositados en los bordes de las quemaduras, fueron recogidos, catalogados, registrados y entregados al Custodio Pontificio. También los resultados de las medidas llevadas a cabo.

Gracias al trabajo de restauración puede decirse que las condiciones de conservación de la tela han mejorado notablemente.

Puedes consultar el documento original en italiano que explica todo el proceso.

En el siguiente vídeo, la profesora Metchild Flury-Lemberg, experta textil que coordinó los trabajos de restauración de la Síndone, explica el proceso de restauración:

3.2. ENEA 2010: un estudio que intenta reproducir la Sábana

La Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible italiana (ENEA), llevó a cabo un nuevo estudio científico de la Sábana para intentar reproducirla. 

El investigador principal, Paolo Di Lazzaro, junto a los científicos D. Murra, A. Santoni, E. Nichelatti y G. Baldacchini, concluyeron que el Lienzo no era falsificación medieval. 

Efectuaron numerosas mediciones no destructivas de espectroscopia infrarroja, visible y ultravioleta, de fluorescencia de rayos X, de termografía y pirólisis, de espectrometría de masa, de análisis micro Raman, fotografía en transmisión, microscopía, extracción de fibrillas y test microquímicos. En el centro de la imagen, Paolo di Lazzaro, flanqueado por otros investigadores del grupo.

Conclusiones del estudio

  • La doble imagen (frontal y dorsal) de un hombre flagelado y crucificado, que aparece a duras penas en el paño de lino de la Sábana Santa de Turín, presenta unas características físicas y químicas tan peculiares que actualmente hacen imposible obtener en el laboratorio una coloración idéntica en todos sus componentes. 
  • La primera forma adquiere valor por el hecho de que existe una relación precisa entre intensidad (esfumado) de la imagen y la distancia entre cuerpo y tela. 
  • Además, la imagen está presente también en las zonas del cuerpo que no estaban en contacto con la tela, por ejemplo, justo encima de las manos, alrededor de la punta de la nariz. 
  • La segunda modalidad es menos probable porque faltan las deformaciones geométricas típicas de un cuerpo en tres dimensiones en contacto con una sábana bidimensional. También falta la huella lateral del cuerpo. 
  • Como consecuencia se deduce que la imagen no se ha formado por el contacto del lino con el cuerpo.
  • Faltan señales que indiquen putrefacción en las partes correspondientes a los orificios, que se manifiestan en torno a las 40 horas de la muerte. Como consecuencia, la imagen no depende de los gases de la putrefacción y el cadáver no permaneció más de dos días. 
  • La imagen de la Sábana Santa presenta algunas características que no han conseguido todavía reproducir, por ejemplo, el difuminado de la imagen debido a una diversa concentración de fibrillas en color amarillo que se alternan con fibras sin color.

¿Por qué no es posible su reproducción?

La potencia total de la radiación UV necesaria para colorar de manera instantánea la superficie de un lino que corresponda a un cuerpo humano de estatura media equivale a 2.000 MW/cm2, es decir, 34.000 millones de vatios para 17.000 cm2, lo cual hace que hoy sea prácticamente irrealizable la reproducción de la totalidad de la imagen usando un solo láser excimer. Esta potencia no puede ser creada por ninguna otra fuente de luz U.V. construida hasta hoy. Las más potentes que se pueden encontrar en el mercado llegan a algunos miles de millones de Watt.

Ha habido otros estudios posteriores como el de Rayos X de 2022 que dató la antigüedad del material textil de la Sábana en el siglo I, pero cuya credibilidad ha sido muy discutida por la comunidad científica porque tiene más margen de error que el C14.

4. Estudios del Carbono 14: un método superado

Willard Frank Libby fue el inventor del método de datación por Carbono 14, cuyo desarrollo le valió el Premio Nobel de Química en 1960. Este método consiste en determinar la antigüedad de los restos orgánicos y atribuirles una fecha según la cantidad de carbono radiactivo que quede en las muestras analizadas. Se utiliza habitualmente en arqueología con buenos resultados. En su día, Libby fue el primero que pensó en aplicar su original descubrimiento a la Sábana de Turín, pero los resultados no fueron exitosos.

A continuación, se explicará cómo funciona el Carbono 14 y por qué no fue determinante en el caso de la Síndone. 

El C14 (isótopo radioactivo del C12, que es el más frecuente) se produce en las capas altas de la atmósfera por efecto de los rayos cósmicos y pasa a todos los seres vivos a través de la respiración o la alimentación. Las plantas y los animales tienen una proporción constante de C14 a lo largo de su vida. Cuando mueren el C14 se desintegra a una velocidad conocida: se reduce a la mitad en 5.730 años, a la cuarta parte en otros 5.730 años y así sucesivamente. Conociendo cuántos átomos de C14 quedan en la muestra analizada, y por comparación con los que tendría que tener de estar vivo, se puede deducir cuánto tiempo hace que murió el ser que se analiza (en el caso de la Síndone el tiempo en que se cortó el lino con el que se hizo la tela).

En esta toma de la muestra del Carbono 14 de 1988 puede verse cómo se conservaba la Síndone enrollada sobre sí misma. Así permaneció hasta 1998.

La datación con Carbono 14 de 1988

En 1988 la Síndone fue sometida a una datación con el método del C14. Tras realizar el corte oportuno, el profesor Testore pesó en una balanza de precisión la tela retirada. Esta pequeña tira se dividió posteriormente en varios fragmentos y se envió a tres laboratorios. Sorprendentemente existieron cuatro versiones oficiales diferentes de los pesos y medidas de cada fragmento, lo que alentó en su día rumores sobre un posible fraude en la actuación de los laboratorios.

Se ofrecieron a hacer gratuitamente el análisis de la Síndone los laboratorios de Tucson (Arizona- A), Zurich (Suiza-B) y Oxford (Inglaterra-C) y se usó el método –entonces recién descubierto– del acelerador de partículas para la espectrometría de masa (AMS). Se había acordado que cada laboratorio recibiera tres cilindros metálicos con las muestras: una de la Síndone, y las otras dos de control, pero no fue así. Se entregó, una vez que el cardenal de Turín dejó la capilla y fuera de protocolo, una cuarta muestra obtenida de una capa pluvial de san Luis de Anjou.

Inicialmente se pensó en hacer una prueba ciega y que cada laboratorio recibiera, junto al fragmento de la Sábana, otros dos de telas diferentes sin que supieran a qué lienzo pertenecía cada trocito; sin embargo, la prueba no fue ciega porque como el tejido de la Síndone es tan característico, todos supieron cuál era la tela que habían observado en Turín.

Resultados de la datación

En la rueda de prensa del 13 de octubre de 1988, el cardenal Ballestrero en una sala de abarrotada de periodistas relató que, según el telegrama recibido, la muestra de la Síndone tiene una cantidad de C14 equivalente al de un lienzo del s. XIII o XIV. En concreto, con un margen estadístico del 95%, se le atribuía una fecha entre 1260 y 1390 d.C.

El 16 de febrero de 1989, cinco meses después de que se realizara la rueda de prensa de Turín, se publicó el informe científico del análisis realizado en la revista Nature. Este retraso hizo que la valoración de los resultados por la comunidad científica internacional pasara casi completamente desapercibida. Para los medios de comunicación el tema estaba ya zanjado, no así para los investigadores.

El nivel de significación de la datación de la Síndone es excepcionalmente bajo (se ha redondeado en un 5%, pero es aún inferior). Como afirma expresamente el artículo de la revista Nature, en el caso de la muestra de la Síndone (muestra 1), “la dispersión de las medidas de los tres laboratorios es más grande de lo que podría esperarse de los errores citados”, es decir, ha habido alguna circunstancia no tenida en cuenta entre los errores posibles que produce una dispersión anormal en los resultados.

El profesor Willard Frank Libby (creador del método de datación del Carbono 14), a pesar de su idea inicial, había rechazado someter la Síndone a su análisis. Entendía que las condiciones específicas del Lienzo (entre otras, la abundante contaminación orgánica debida a su manipulación continua) lo hacían inaplicable. En un artículo en prensa afirma que se han cometido «fallos garrafales».

Libby murió antes de que se datara la Síndone con su método, pero al conocer el resultado de la radiodatación, otros científicos retomaron sus palabras para advertir contra una supuesta infalibilidad del resultado.

Llama la atención que el laboratorio de Oxford, que aplicó un método de limpieza superior, le atribuya un siglo más de antigüedad. Una dispersión así se da en menos de un 5% de los análisis realizados con radiocarbono.

Otro caso conocido es el caso de una momia egipcia datada en Oxford con vendas 1.000 años más jóvenes que los huesos a los que estaban unidos. Las revistas científicas especializadas recogen con frecuencia curiosos errores debidos a factores que no se tienen en cuenta a la hora de utilizar este método.

¿Entonces, la Síndone es falsa?

El coordinador de la prueba y director del laboratorio de investigación del Museo Británico, Michael Tite, reconoció –tras la publicación del informe completo en NATURE– que la datación por C14 no era suficiente para establecer que la Síndone fuera falsa. Recordó que tal afirmación excede del ámbito probatorio del resultado obtenido y envió una carta al asesor científico del arzobispo de Turín para pedir disculpas. Especificaba que él mismo no creía que la Sábana fuera falsa.

4.1. Teorías alternativas sobre el fallo del Carbono 14

Basándose en los cálculos del Dr. John Jackson, este premio Lenin de Ciencias y exdirector del Laboratorio «E. A. Sedov» de Moscú, Dimitri Kouznetsov, realizó una interesante experiencia.

  • Sometió una tela del siglo I, datada correctamente por los laboratorios de Tucson, a un simulacro del incendio sufrido por la Sábana en 1532.
  • Una segunda datación atribuyó al Lienzo una fecha mucho más reciente. La combustión parcial del lienzo en un ambiente cerrado había alterado el Carbono 14 de la muestra.

El investigador de Medicina Nuclear en Montpelier, Jean-Bautise Rinaudo, atribuye el origen de la imagen sindónica a una irradiación instantánea de protones emitidos por el cuerpo, bajo el efecto de una energía desconocida.

Rinaudo considera que los átomos implicados en este fenómeno -que ha podido reproducir experimentalmente- son los del deuterio, presentes en la materia orgánica, y formados por un protón y un neutrón.

En sus experimentos ha comprobado que los protones forman la imagen y los neutrones enriquecen el Carbono 14 falseando la datación.

  • Rinaudo, J., «Protonic Model of Image Formation», Third International Congress on the Shroud of Turin, Turin, Italy, 5-7 June, 1998.

Los Dres. Garza Valdés y Mattingly, del Instituto de Microbiología de la Universidad de San Antonio de Texas, consiguieron uno de los fragmentos de la Síndone que no se llegó a usar en 1988.

Pudieron comprobar que sobre el Lienzo abunda un compuesto biológico formado por hongos y bacterias que no se pueden eliminar con los tratamientos de limpieza que se aplicaron. Esto hace que la datación del Carbono 14 se vea alterada.

4.2. Tres posibles hipótesis sobre la veracidad de la Sábana Santa a pesar de los resultados del Carbono 14

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