LA SÁBANA SANTA – EXPOSICIÓN PERMANENTE UFV

EL CÁLIZ DE VALENCIA

Los objetos: el cáliz

1. El Cáliz de Valencia

El Cáliz de Valencia, también llamado Santo Cáliz, es una copa que se cree que fue la que Jesús de Nazaret tuvo en sus manos en la última cena con sus discípulos. Tanto por los datos arqueológicos, como por el testimonio de la tradición y los documentos que se poseen, es un objeto digno de ser estudiado y tomado en cuenta. Actualmente se conserva en la Catedral de Valencia.

El Cáliz es la parte superior de una copa que mide 17 cm de altura y 9 cm de ancho. Se trata de una taza de ágata finamente pulida que muestra vetas de colores cálidos cuando refracta la luz. Es una “copa alejandrina” que los arqueólogos consideran de origen oriental, de los años 100 al 50 a.C. Mucho más posteriores son las asas y el pie de oro grabado. En total, mide 14,5 x 9,7 cm y su base es elíptica.

1.1 La ruta del Cáliz

Muchos artistas reflejan esta tradición: Salvador Eucarístico de Juan de Joanes; Sumo y Eterno Sacerdote de Segrelles; La Última Cena de Ribalta. Pero el Renacimiento llega a España por Valencia y con él la crisis de la veneración a las reliquias.

Última Cena de Ribalta
La Última Cena de Juan de Juanes

1.2. Estudios científicos

La investigación científica del Santo Cáliz se inició en 1960, cuando el arzobispo de Valencia solicitó un dictamen al catedrático de Arqueología de la Universidad de Valencia, D. Antonio Beltrán. Obtenido el permiso correspondiente, Beltrán desmontó el Cáliz confirmando que estaba compuesto por tres partes independientes.

La copa superior: es de piedra, (muy pulida, sin poros) con un pequeño reborde en forma de pie, que permite engarzarla al relicario de oro.

El vástago central: es medieval (finales del siglo XI o principios del XII) y la función de las asas es impedir que se tuviera que tocar la reliquia con las manos.

La base: es una copa invertida (de sección ovalada) también de piedra, y parece que se ha seleccionado por su parecido con el Cáliz.

La Arqueología no solamente no prueba lo contrario ni censura la substancia de la tradición sobre el Santo Cáliz, sino que apoya y confirma terminantemente la autenticidad histórica.

D. Antonio Beltrán, catedrático de Arqueología de la Universidad de Valencia.

La copa superior es un grial (palabra bajo-latina española derivada de gratalis) y puede datarse entre el siglo II a.C. y mediados del siglo I d.C. En el Museo Británico de Londres, en la sección del Imperio Romano, se exponen varias copas de piedra noble, formalmente idénticas al Santo Cáliz (aunque de menor tamaño) datadas entre el año 1 a 50 d. C. Según Plinio el Viejo estas copas de colores dejaron de realizarse a mitad del siglo I.

El Grial está hecho con una piedra de ágata veteada (una variante del cuarzo), siendo que las vetas claras son prácticamente transparentes. El estudio gemológico de la copa, realizado por expertos de las Universidades de Zaragoza y Valencia, Dra. M. Cinta Osácar, Dra. Carolina Naya, Dr. Clodoaldo Roldán y Dra. Sonia Murcia, determina que se ha tallado a partir de una geoda aplastada. En el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York existe una piedra de ágata con colores muy semejantes a los del Santo Cáliz. Con un grosor de unos tres milímetros, el color de la copa varía según se ilumine.

La tesis doctoral en Historia del Arte, realizada en 2019 por la turismóloga Ana Mafé, constata que el Cáliz de Valencia cumple los requisitos rabínicos para ser una copa de bendición judía. Está tallado en una piedra (materia pura), no porosa (purificable), con capacidad para contener dos revit de vino (un revit son 86 ml).

Estudio arqueológico del Santo Cáliz de la Última Cena, el Santo Grial.

El Dr. Mas-Barberá, de la Universidad Politécnica de Valencia, en el II Congreso Internacional sobre el Santo Grial, corrobora que su capacidad es la requerida ritualmente para un Kos Kidush: entre uno y dos revit. Durante el estudio previo a su ponencia para tal congreso se realizó un escaneado del Santo Cáliz con uno de los escáneres para tres dimensiones más precisos que existen. En la ponencia se determinó que la capacidad total máxima de la copa serían 250 ml hasta el borde. A un centímetro aproximadamente del borde, la capacidad de líquido serían 172 ml, 2 revit.

Estudios recientes (2016-2020) del Dr. Gabriel Songel, catedrático de Diseño de la Univ. Politécnica de Valencia, nos proporcionan mucha información sobre la historia y sus circunstancias. Es evidente que cualquier supuesta reliquia que haya pasado por la Edad Media tiene que tener un relicario. Pero en este caso el Cáliz tiene un acabado excepcional para la época (la decoración hecha a buril tiene una precisión inusual y en el interior de los dibujos se ve un esmalte de color azul). Todo el relicario está hecho para exaltar la parte superior con una simbología muy precisa estudiada por Songel y también por el Dr. Manuel Zarzo (quien ha encontrado vinculaciones con el texto del Apocalipsis).

El patrón de diseño del Santo Cáliz de Valencia (Gabriel Songel).

Según Songel, podemos deducir que el relicario se realizó entre 1064 y 1137 (en época de Sancho I Ramírez o la de sus hijos Pedro I, Alfonso I el batallador o Ramiro II el monje). Fue realizado por un orfebre profesional, ya que se ajustó a los patrones de diseño propios de la época. Demostró también la implicación de la dinastía navarro-aragonesa con este relicario, que cuenta -en su bola central- con un “nudo de Salomón”, signo usado en documentos notariales de Pedro I.

 

 

Para dar realce y estabilidad al Grial, el relicario incluyó como base una copa elíptica invertida (en forma de naveta) también de piedra.

El Dr. Beltrán, en su análisis de 1960 del Santo Cáliz, descubrió una misteriosa inscripción en la base del relicario, que intentó descifrar. Aunque la mencionan los relatos sobre el Grial del siglo XIII, no estaba documentada. Parece realizada en letra cúfica (letra cuadrada árabe que solo contiene las consonantes), pero de difícil interpretación.

El Dr. Songel descubrió que para leer la inscripción hay que acudir a su imagen especular. Según los especialistas judíos que consultó, es un texto hebreo que dice, de forma abreviada, Joshua Yaveh, «Jesús (es) Dios”.

El experto en ciencias religiosas, José Agustín Blasco, proporciona una explicación razonable. Completó el hallazgo al descubrir que mirando la inscripción en posición invertida se puede leer también «Jesús (es) Dios” en árabe transliterado. Songel aceptó esta aportación.

En resumen, ningún otro supuesto cáliz que haya pretendido ser competidor del de Valencia cumple los requisitos necesarios para ser el auténtico Grial. En 2017 empezó a hablarse del cáliz de Dña. Urraca como el supuesto Santo Grial. No puede serlo: sin el suplemento de oro que se le añadió en el siglo XI-XII es un cuenco muy plano y con escasa capacidad (el cáliz de Doña Urraca no puede ser una copa de bendición judía).

La mayor aportación del Dr. Songel ha sido documentar una laguna que ponía en entredicho toda la historia aragonesa del Grial.

Los acrósticos descubiertos refieren que el Cáliz estaba allí, pero no lo explicitan para evitar que esa información llegase a los musulmanes.

Uno de los acrósticos menciona a Petrus Alfonsi, un sabio judío converso quien solía hacer ideogramas en sus obras y que podría ser el autor tanto de los acrósticos como de la inscripción del Cáliz.

El diseño conjunto queda inscrito tanto en la retícula cuadrilobular (Franz Rziha realizó en el s. XIX un estudio de 9.000 marcas de cantero hechas en los siglos XII y XIII y las clasificó con arreglo a cuatro tipos de patrones compositivos basados en el cuadrado, el triángulo y el círculo), como en la retícula de la lápida de Arjona, también conocida como la mesa del rey Salomón.

Congresos internacionales

En 2007, el Centro Español de Sindonología organizó el I Congreso Internacional sobre el Santo Cáliz, con la máxima representación institucional: el presidente de la Comunidad Autónoma valenciana, el cardenal arzobispo de Valencia, la alcaldesa de Valencia y el presidente del Centro Español de Sindonología.

En 2021, la misma entidad convocó el II Congreso Internacional sobre el Santo Cáliz -esta vez online por la pandemia del coronavirus- con participación de especialistas e investigadores de diversas universidades, quienes ratificaron punto por punto lo que se había estudiado hasta ese momento.

1.3 El hecho religioso

La sala de la Última Cena y la cuarta copa

En Jerusalén, el dueño de casa, el pater familias, era quien ponía el cáliz para la Pascua. En las palabras de Jesús encontramos tres indicaciones de que era un hombre rico: un hombre que lleva un cántaro de agua es un sirviente; una habitación grande en el piso de arriba, amueblada con divanes. Esta cena es un importante ritual festivo judío, instituida en el libro del Éxodo (Ex 12, 1-14), que se celebra en la víspera de Pascua, cuando se avecina el tiempo de Minjá, el sacrificio vespertino.

El tema central de la fiesta de Pascua es la Haggadah, (que significa “contar la historia”), la narración del Éxodo. En la celebración se usa un Kos Kidush, (copa de bendición) para las cuatro bendiciones rituales, que corresponden a las cuatro expresiones de libertad que se mencionan en el Éxodo: santificación, salvación, redención, consumación.

Jesús hace tres cosas en la Última Cena: lavatorio de los pies, institución de la Eucaristía y no consumir la cuarta copa. Realiza una «novatio»: un acto por el que se transforma un contrato (la Antigua Alianza) sin extinguirlo. Eso supone, además, reconocer su divinidad, pues nadie sino Dios podía alterar el pacto inicial.

En el huerto Jesús se refiere al cáliz que faltaba: el de la consumación. La Cena de Jesús se prolonga hasta que consume el vinagre (4ª copa) y la cierra con la expresión ritual: “Nirtzá” (“Todo está consumado”).

Marcos concluye la narración del arresto de Jesús con una noticia. No dice quién es el joven, pero sí cómo va vestido.

Los Hechos de los Apóstoles nos permiten pensar que el Cenáculo era la casa familiar de Marcos (con lo que el joven podría haberles seguido cuando se fueron a orar a Getsemaní). La clave sobre la titularidad del Cenáculo nos la da un episodio ocurrido 11 años después de la Última Cena, en la Pascua del año 44 d.C. Eusebio de Cesárea (Hist. Eccl. III, 39) presenta a Marcos como el intérprete de Pedro, quien recogió y tradujo su predicación en Roma.

Mc 15, 51-52: «Lo iba siguiendo un muchacho envuelto solo en una sábana; y le echaron mano; pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo». Traducción española de la construcción semítica del texto (oculta tras el griego): «Y uno, que sería servidor en la obra de ellos, lo seguía envuelto en un lienzo de lino sobre el cuerpo desnudo; pero lo agarraron, y él, dejando la sábana, huyó desnudo».

Hch 12, 1-11: «Consciente de su situación (Pedro) se dirigió a casa de María, la madre de Juan, apellidado Marcos, donde estaban muchos reunidos en oración».

La leyenda de Perceval

Los relatos surgen y se extienden a través del «Camino de Santiago». De hecho, una de las ramas pasaba intencionadamente por el territorio del Grial. Los relatos más conocidos fueron compuestos por Chrétien de Troyes (hacia 1180) y por Wolfram Von Eschenbach (ya en el siglo XIII).

La leyenda de Perceval, también conocida como Le Conte du Graal, fue escrita por Chrétien de Troyes entre 1181 y 1191. Perceval se encuentra con el rey Pescador y acude a su castillo. Ve un grupo de caballeros y se da cuenta de que quiere ser uno de ellos. Al día siguiente, Perceval se encontró con todo el castillo desierto. Un nuevo deseo le acomete: encontrar el «Grial», la Lanza sangrante y penetrar en su secreto.

La historia de Chrétien de Troyes queda inconclusa, pero inspiró el trabajo de algunos escritores posteriores, entre los que destaca el poema de Wolfram von Eschenbach, que a su vez inspiró a Richard Wagner la ópera llamada Parsifal. El Parsifal describe el Grial como un cáliz de piedra (que refulge y cambia de color) como el de Valencia. Frecuentemente, los críticos indican que en la versión de Chrétien de Troyes no se especifica que el Grial sea una copa. Wolfram Von Eschenbach da una versión católica de la historia al vincular el Grial a la Última Cena, la Eucaristía y la Pasión de Cristo.

En estos relatos hay elementos que claramente no son históricos, por ejemplo, la Corte de Camelot o incluso los que se han introducido en las películas de Indiana Jones. Cuando los relatos hablan de circunstancias supuestamente inventadas hay un trasfondo cristiano. La narración de los hechos acaecidos en torno a la Mesa Redonda muestra un fracaso, porque es el intento de crear un reino de caballeros perfecto basándose exclusivamente en las fuerzas humanas. Ese reino perfecto aparece yermo y en él, el que iba a ser el mejor caballero comete adulterio con la esposa del rey Arturo. Ese ambiente de derrota cambia cuando tienen una visión en la que los ángeles les muestran el Grial a los caballeros y estos salen a la búsqueda de la reliquia. Solo Parsifal, el caballero puro, consigue llegar hasta el Grial y lo encuentra en un castillo oculto en una montaña llamada Montsalvat. La descripción de Monsalvat encaja plenamente con la de San Juan de la Peña, incluso los hitos del camino para llegar a él que se mencionan en el Parsifal: Anfortas, “el rey Pescador”, es un trasunto del rey Alfonso I, el batallador.

Reconocimientos del Vaticano

La Santa Sede concedió a Valencia, a partir de 2015, un Año Santo Eucarístico a perpetuidad -cada cinco años- por ser sede del Santo Cáliz. Solo seis ciudades en el mundo, cuatro españolas, pueden celebrar Años Jubilares regularmente. En concreto: Jerusalén, Roma y las ciudades españolas de Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Caravaca de la Cruz y Valencia.

  • En su primera visita apostólica por España en 1982, Juan Pablo II recaló en Valencia, donde pudo venerar el Santo Cáliz de la Cena. Tras recibir las correspondientes explicaciones por parte del arzobispo, cerró los ojos, le dio un beso y preguntó si podría usarlo. No consta que el Santo Cáliz haya ha sido usado para celebrar misa desde que salió de Roma, pero con Juan Pablo II se hizo una excepción.
  • El segundo Papa que visitó Valencia fue Benedicto XVI con ocasión de la Jornada Mundial de las Familias en julio de 2006. Recibió las explicaciones sobre el Santo Grial de parte del canónigo celador del Santo cáliz, entonces D. Jaime Sancho. Quedó muy impresionado cuando le dijo que arqueológicamente se correspondía con una copa de bendición judía. Ofrecida la posibilidad de que celebrara la misa con el Santo Cáliz el Papa lo rechazó inicialmente por no sentirse digno de ello. Cuando a Benedicto XVI le explicaron que Juan Pablo II había usado el Cáliz, el Papa reconsideró la situación y lo usó.

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