Icono del sitio INSTITUTO JOHN HENRY NEWMAN

Necesito que tú

P. Florencio Sánchez L.C Director de Pastoral UFV

«Enséñame cómo se va a ese país

que está más allá de toda palabra y de todo nombre.

Enséñame a orar a este lado de la frontera,

aquí donde se encuentran estos bosques.

Necesito que tú me guíes.

Necesito que tú muevas mi corazón.

Necesito que mi alma se purifique

por medio de tu oración.

Necesito que robustezcas mi voluntad.

Necesito que salves y transformes el mundo.

Te necesito a ti para todos cuantos sufren,

para todos cuantos padecen prisión,

peligro o tribulación.

Te necesito para todos cuantos han enloquecido.

Necesito que tus manos sanadoras

no dejen de actuar en mi vida.

Necesito que hagas de mí,

como hiciste de tu Hijo,

un sanador, un consolador, un salvador.

Necesito que des nombre a los muertos.

Necesito que ayudes a los moribundos a cruzar el río.

Te necesito para mí, tanto si vivo como si muero.

Es preciso. Amén.»

Las situaciones personales o sociales confusas se parecen a un bosque espeso que se nos obliga a atravesar. No las buscamos pero ahí están, ineludibles. Y nos sentimos pequeños, con mochila también pequeña. Esta oración de Thomas Merton pone palabras a ese deseo o necesidad de mirar lo que hay más allá, o más arriba para poder transitar las circunstancias concretas de salud, de familia, de trabajo, de ciudad en la que vivimos.

Es una oración a la Virgen que puede conectar con el niño en que nos convierte nuestra pequeñez ante los grandes desafíos o amenazas. Esa conexión es la mejor mochila para el camino, nos hace sacar de la debilidad una fuerza que no viene de nosotros.

Salir de la versión móvil