Fragilidad humana, oportunidad de Dios

El P. Florencio L.C, director de Pastoral UFV y del Instituto John Henry Newman colabora con la propuesta #Retoviral. Su mensaje: situaciones de crisis como la que vivimos pueden ser oportunidad para captar una Presencia buena que siempre nos acompaña.

«Creemos que Dios es el Señor del mundo y de la historia. Pero los caminos de su providencia nos son con frecuencia desconocidos. Sólo al final, cuando tenga fin nuestro conocimiento parcial, cuando veamos a Dios «cara a cara» (1 Co 13, 12), nos serán plenamente conocidos los caminos por los cuales, incluso a través de los dramas del mal y del pecado, Dios habrá conducido su creación hasta el reposo de ese Sabbat (cf Gn 2, 2) definitivo, en vista del cual creó el cielo y la tierra»

Del Catecismo de la Iglesia Católica. n 314

Nos toca vivir situaciones que nos hacen experimentar la fragilidad de nuestra salud, de nuestra organización social, de nuestra comunicación social (de lo cual la crisis del coronavirus es ejemplo), son olas que parecen tragarse el faro que orienta nuestra vida.
Esto hace que nazcan dudas o preguntas sobre el por qué o el para qué de todo, de la amenaza o de lo frágil amenazado pero también un deseo de hacer algo, de aportar algo. Todo puede ser una oportunidad para captar una Presencia buena que acompaña las dudas o cansancios, un Dios cercano, con corazón humano al que no se le escapa nada. Ese corazón humano de Dios en Cristo puede ser nuestro faro o nuestra roca.

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